A finales del siglo XIX surge el capitalismo que le llega a poner en orden las estructuras anárquicas de las empresas alentadas por la Revolución Industrial del siglo XVIII.
 Luego se necesitaba un contrapeso para detener a la tremenda fuerza con que llegó el capitalismo aberrante y después de férreas luchas sociales, entre el obrero sojuzgado desde hacía cientos de años, el nuevo sistema de trabajo se aprovechó del desconcierto de la clase trabajadora y la siguió tratando como en la esclavitud, con 16 horas de trabajo al día, unos sueldos de lástima y ningún día de descanso.

Comenzaron a surgir los grupos de inconformes en Europa primero, después en los Estados Unidos y finalmente en México, donde uno de los más sonados movimientos emancipadores fue la huelga de Cananea y seguida por la de Río Blanco en que los gringos explotaban las minas de cobre tanto como a los trabajadores en aquella inseguridad de la falta de cuidado para el obrero, al igual que las de Río Blanco lleno de enfermedades cuyos trabajadores era desplazados para contratar nuevo y sano personal.

Comenzaron a reunirse en grupos de poca gente, ya que la gran mayoría temía perder el único trabajo que había por aquel tiempo en que el campo estaba desierto y existían las depresiones antes de que empezaran las guerras, hasta que se organizó un gran número de trabajadores que ya no aguantaron esa desigualdad entre empresas mineras y obreros sobreexplotados, hasta llegar a ser una fuerza de más de cinco mil mineros que se lanzaron a la huelga con el respaldo de los hermanos periodistas los Flores Magón, con su periódico “Regeneración”.

La clase obrera surge dentro de un capitalismo débil y desorganizado.
 Años más tarde se organizan varios sindicatos mexicanos, respaldados por el Presidente Lázaro Cárdenas del Río y se empiezan a fundar los sindicatos independientes y así pueden defender el derecho de los obreros bajo la bandera de sindicatos reconocidos por el Poder Ejecutivo a organizarse y luchar frente al inhumano capitalismo.

A finales del sexenio de Miguel de la Madrid quien se encargó de ponerle trabas al sindicalismo de México y sentó las bases para la privatización de las Empresas del Estado.
 Le siguió Carlos Salinas de Gortari, quien para poder privatizar al País la emprendió contra todos los sindicatos que pudo.
 Comenzó con el Sindicato de ferrocarrileros, le siguió el de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, luego siguió con los sindicatos de las grandes industrias y compañías diversas, organizando con gente de su gobierno a los sindicatos a efectuar huelgas por toda la república, desprestigiando a México por todo el mundo y corriendo a la poca industria que teníamos en el País, en su  mayoría de empresas foráneas, al grado de que lo que era CIVAC en Morelos, muchas de ellas cerraran.
 Hoy en día ya quedan muy pocos inversionistas foráneos y pocas de ellas de capital mexicano.
 Igualmente vendió a precio muy bajo la Compañía de Teléfonos de México, S.
A.
 
Salinas siguió con Pemex y metió a la cárcel al ingeniero Jorge Díaz Serrano, luego al líder del Sindicato de Petroleros de la República Mexicana: Joaquín Hernández Galicia (La Quina) y desde 1994 junto con el Director, Adrián Lajous Vargas, hasta 2019 al fugitivo de la justicia mexicana: Emilio Lozoya Austin.
 Al igual que al sempiterno Romero Deschamps, también buscado por la justicia mexicana, que han estado robando a la compañía petrolera, ha sido un continuo robadero.

En aquel tiempo los sindicatos, antes defensores de la clase obrera se convirtieron en sindicatos corporativos a las órdenes del gobernante en turno.
 Como la CNOP, la CTM, que son las que defienden a los trabajadores, a los campesinos y otros sindicatos corporativos, a quienes va a ser difícil controlar.

Salinas siguió privatizando las empresas mexicanas y con ello iba destruyendo a los sindicatos de las mismas o en su lugar, prosiguió a formar sindicatos blancos, al servicio de los empresarios y en perjuicio de los trabajadores.
 
Asímismo Enrique Peña Nieto dividió al Sindicato de Trabajadores de la Educación, metiendo a la cárcel a la lideresa, María Esther Gordillo por haber dicho que la educación sería mejor sin la Reforma Educativa y que lo que realmente era una reforma laboral, por lo que con ese pretexto y por enriquecimiento ilícito la metió a la cárcel durante casi todo el sexenio, logrando que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se dividiera, se formara otro movimiento adversario de maestros  la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes están a la arrebatinga a ver quién se queda con el negocio.
 (Divide y vencerás).
 
Dicha coordinadora estuvo durante todo el sexenio de Peña Nieto haciendo marchas por las calles, por las carreteras, manifestaciones de toda índole y lo único que ha logrado es no ser reconocido como sindicato y desprestigiar a los maestros mexicanos, de quienes se habla pestes.
 
 Ahora la lideresa está formando otro partido político como si nada hubiera pasado.
 Y lo malo es que el INE o ya se lo dio o está a punto de hacerlo, porque si en 2018 le dio el registro a los candidatos del Partido Acción Nacional y al independiente para la presidencia de la república, por qué no se lo va a dar a la señora Gordillo.

Pero volviendo al sindicalismo actual, quién sabe lo que firmaron con el TMEC sobre ese tema, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador mandó un proyecto de ley al Congreso de la Unión para que cualquier sindicato del País esté obligado a votar por sus propios dirigentes en votación secreta y personal para que ese dirigente sea reconocido por el gobierno (o será sólo para el sindicato de Pemex), pero si así fuera, desde cuando el gobierno se mete a decidir de qué forma votar dentro de un sindicato independiente.

Ya me imagino al sindicato de las maquiladoras de la frontera norte votando en secreto.
 O a los miles de maestros votando por el que deseen, si no se ponen de acuerdo ni cuál es el sindicato por el que hay que votar, etcétera.
 ¿Será una votación organizada por el INE?, ¿O en el caso de las maquiladoras, las van a garantizar las autoridades estadunidenses?, porque si los electores de los sindicatos les meten mano va a pasar lo mismo que al PRD en el 2006 y en el 2012 a MORENA, pues de seguro que va a haber mano negra.
 Y el gobierno en turno no se lo va a acabar.

Creo que vamos a tener problemas con la competencia de los sindicatos de EE UU, pues como los sindicatos de allá están subvencionados, al nivelar los sueldos de la franja fronteriza ya ni las maquiladoras van a invertir aquí, con todo y que les rebajen el IVA de 16% al 8%.

En fin que no debemos de adelantar vísperas hasta que no sepamos que más firmó el Secretario de Relaciones Exteriores, porque si lo que aquí se dice no sale como tal, pediremos disculpas.

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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