Las autodefensas se convirtieron en violentas y crueles, porque ya no son lo que eran hacen unos años, en los que si había algún delincuente en el pueblo, el cura o alguien encargado de tocar las campanas de la iglesia, llamaban a la población y sin usar ningún tipo de armas, lo linchaban.

Luego empezaron a armarse porque las autoridades no les mandaban protección y así fueron creciendo hasta volverse un grupo que se comportaban de peor forma que los mismos delincuentes, pues tenían y todavía poseen armamento de alto calibre y de última tecnología, por lo que no se explica cómo fue a parar a sus manos, cómo se entrenaron y de qué viven.

El gobierno ha tratado desarmarlos, desde Felipe Calderón hasta Peña Nieto. Los meten a la cárcel y cuando salen hay más de diez grupos armados hasta los dientes.

Todo comenzó con la muertes en Michoacán cuando mataron a un pariente del conocido doctor Mireles y la población ya estaba fastidiada de tanta inseguridad y así doctor Mireles, reconocido en Michoacán, que promovió al principio del gobierno de Felipe Calderón ese tipo de autodefensas las que comenzaron a reunirse y se volvieron más activos, actuando contra cárteles de la droga y otros delincuentes.

Se les llamó para formar parte de alguno de los cuerpos policiacos o del Ejército contra los cárteles de Jalisco y de Michoacán, Un grupo prefirió entregar las armas y meterse a la milicia, pero poco después las autodefensas volvieron a las mismas andadas.

Ahora nuevos grupos han surgido por el sur de México para defenderse de la violencia, las extorsiones y los secuestros del crimen organizado, sin que se tenga una idea de cómo parar esa ola que comenzó defendiendo. Hoy en día tienen que deponer las armas porque va contra la ley.

Se están encontrando por los estados del sur, se les ve uniformados en pantalones de mezclilla, camisa blanca, una camiseta azul marino y gorra de beisbol de los mismos colores. Armados con rifles de alto poder y perfectamente entrenados. ¿De dónde sacan esas cantidades de dinero, al ser un cuerpo de defensa civil, de qué viven y dónde trabajan.

Estos grupos fuera de la ley, en la actualidad son un fuerte dolor de cabeza para el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que además de defender a la población de los narcomenudistas, tiene más de treinta programas que echar a andar y enemigos por doquier, como los delincuentes, la oposición en las cámaras, la gente que sólo sabe criticar y la vecindad con los Estados Unidos cuya relación se piensa que la tiene controlada, pero con un loco como Trump, nunca se sabe cuál es su próxima trampa.

La frase favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador: “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”. Y ya comenzó a desarmar a estos civiles llamados autodefensas.

EL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

Si lo que se pretende es desarmar a la población que usa ilegalmente esas armas, la gente se pregunta: qué está pasando también con esos encapuchados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el que también está armado y que se organizó contra el gobierno de Salinas de Gortari, que le declaró la guerra a México y que nunca ha firmado un tratado de paz y continúan preguntando qué clase grupo de guerrilleros son, qué buscan, quién los armó y les dio tanto poder que hasta se les permitieron llegar al recinto del Congreso de la Unión enmascarados y armados dentro de la Cámara de Senadores en tiempo de Vicente Fox, después de haber recorrido con las armas en la mano desde Chiapas hasta la Ciudad de México sin ser detenidos por las fuerzas públicas como ahora lo hacen con los indocumentados de Centroamérica y de todo el mundo.

La historia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) nació como una organización de carácter político-militar. Hasta el 2006 fue un grupo militar y hoy en día es un movimiento político. Su bandera se inspiró en Emiliano Zapata, en el marxismo, y en el socialismo. Su composición militar es la de un grupo guerrillero y su principio no es tomar el poder, sino convertir el País en un “Mundo Nuevo”, según lo planteó el sub comandante Marcos.

Al principio se presentó como un grupo de extrema izquierda, cambió y se autonombró como una organización que luchaba en beneficio de los derechos de los pueblos indígenas.

En cuanto comenzó el movimiento nos encontramos con un grupo muy numeroso bien entrenado, uniformado y con armas de alto poder.

Estuvieron dirigidos por el sub comandante Marcos, quien tenía su propio Sistema de Comunicación Satelital para contactarse con el resto del mundo al grado que un grupo de jóvenes italianos convencidos por su verborrea vino a México para ayudarlo, pensando que era el nuevo Zapata mexicano, de la misma forma que engaño a la mayoría de la población mexicana.

Comenzó a recibir apoyo económico de muchos países, los que se desencantaron cuando vieron que el sub comandante Marcos era una vacilada del gobierno de Salinas de Gortari y no hacía nada por los indígenas más que movilizarlos según conviniera, como poco después lo hiciera el PRI con “Antorcha Campesina” con gente que no sabía que estaba haciendo dentro de las marchas en las que tenían que sufrir ese ardiente sol.

Los de la Antorcha Campesina se preguntan “¿Para qué nos trajeron en camión desde nuestro pueblo dándonos unos cuantos pesos y  con la promesa de conseguir una casa o una chamba en el gobierno que nunca llegó?” El Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha hecho esto mismo desde 2006 en que el indígena chiapaneco no sabe para qué sigue encapuchado y para qué quiere esas armas si Salinas de Gortari ya no necesita que le meta miedo la población y nos tenga entretenidos mientras compra una isla en Dublin, Irlanda, hasta que la gente se fuera olvidando de su auto exilió.

EL DERECHO DE PISO.

Pero lo más importante al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su equipo de seguridad se les ha olvidado el flagelo del cobro de lo que llaman “Derecho de piso” mensual que un grupo de forajidos les está obligando a pagar a todos los comercios del País mediante una llamada anónima o un mensaje a la puerta del negocio ordenándole al dueño por su nombre, que tiene que depositar en las tiendas OXO cierta cantidad al mes y que si no lo hace él o su familia van a tener que responder con la vida.

Si llegan a negarse, los delincuentes mandan a un niño al negocio a cobrar; si el dueño se niega, ahí mismo el hombre o el niño sacan un arma, le da un balazo y lo mata. Algunos no hacen caso, otros van a OXO y les depositan al número de cuenta que les piden y la mayoría prefiere cerrar su negocio por el temor de ser cautivos de esas amenazas de vida o pagos y hasta se cambian de ciudad.

 

Rafael Benabib
rafaelbenabib@hotmail.com

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