El presidente Donald Trump anunció hoy su intención de imponer un arancel del 100 % sobre todas las películas producidas fuera de Estados Unidos que sean importadas al país.
Según Trump, esta medida busca defender la industria cinematográfica estadounidense, que, en su opinión, ha sido “robada” por otros países a través de producciones internacionales que desplazan el “negocio del cine” nacional.
El magnate ya había propuesto una iniciativa similar en mayo pasado, pero ahora insiste en avanzar con su aplicación. En su mensaje, responsabilizó al gobernador de California, Gavin Newsom, de no actuar para frenar la supuesta pérdida de influencia de la industria local.
No obstante, el anuncio padece de falta de detalles clave: no se ha explicado cuál será el fundamento legal para establecer este arancel ni cómo se pondría en práctica. Tampoco se ha precisado cuándo entraría en vigor ni si abarcaría tanto los estrenos en salas como las plataformas de streaming.
Los estudios de cine de EE. UU. reaccionaron con cautela ante la medida, advirtiendo que podría elevar los costos para las productoras y, en última instancia, para los consumidores. Además, preocupa el impacto en las producciones que hoy dependen de partes de rodaje o postproducción en el extranjero, así como en los empleos estadounidenses que participan indirectamente en proyectos globales. Tras el anuncio, los precios de las acciones de compañías como Warner Bros. Discovery y Paramount Skydance cayeron levemente.
Este anuncio se suma a otros aranceles que Trump ha impuesto últimamente a sectores como el farmacéutico (otro 100 %) y a muebles o camiones importados, en una estrategia más amplia de medidas proteccionistas.
