Mientras las devastadoras inundaciones azotaban el centro de Texas durante el fin de semana del 4 de julio de 2025, dejando un saldo de más de 100 fallecidos y decenas de desaparecidos, el presidente Donald Trump fue visto jugando golf y disfrutando de helado en su campo de golf en Bedminster, Nueva Jersey.

Esta imagen, capturada en un video viral y ampliamente criticada, ha desatado un debate nacional sobre el liderazgo presidencial en momentos de crisis, contrastando con los esfuerzos de rescate en el terreno y las declaraciones oficiales de respuesta.

Contexto de la tragedia

Las inundaciones, descritas como un "catástrofe de cien años", comenzaron el viernes 4 de julio de 2025, afectando principalmente el condado de Kerr, donde el río Guadalupe desbordó, causando estragos en campamentos de verano como Camp Mystic.

Según reportes recientes, al 8 de julio de 2025, el número de fallecidos supera los 100, con al menos 161 personas aún desaparecidas, según el gobernador Greg Abbott. Entre las víctimas se encuentran numerosos niños, lo que ha intensificado la gravedad del desastre.

Abbott, en una conferencia de prensa el 7 de julio, describió la situación como "nada menos que horrífica" tras visitar el campamento afectado, y ha liderado un esfuerzo estatal de búsqueda y rescate, declarando un desastre para 15 condados y coordinando con agencias federales.

Sobrevivientes y familias han expresado su dolor y frustración

Hailey Chavarria, cuyo cinco miembros de su familia están desaparecidos, describió la espera como "agonizante". Kathy Perkins, otra sobreviviente, señaló: "Muchas personas están enojadas ahora, pero espera hasta que lleguen los padres. Esos padres son de todas partes", reflejando el sentimiento de abandono percibido por algunos.

Las actividades de Trump durante la crisis

Mientras las operaciones de rescate se intensificaban en Texas, Trump fue visto en su campo de golf en Bedminster, Nueva Jersey, durante el fin de semana del 4 de julio. Un video compartido el 7 de julio por la cuenta @PatriotTakes en X (anteriormente Twitter), con más de 884,000 vistas, muestra al presidente jugando golf y aparentemente disfrutando de helado, vestido con su característica gorra roja de "Make America Great Again".

Este contenido, que incluye imágenes de un ambiente relajado con sombrillas amarillas y mesas, ha sido interpretado como una falta de empatía, especialmente dado el contexto de las inundaciones.

Reportes de medios como Irish Star y Crooks and Liars corroboran que Trump pasó gran parte del fin de semana en el campo de golf, mientras las cifras de fallecidos en Texas ascendían. El video, descrito como mostrando a Trump "indulgéndose en helado mientras los equipos de rescate buscaban víctimas infantiles", ha generado críticas en redes sociales, con usuarios expresando indignación: "Mientras Texas se ahogaba y los niños estaban desaparecidos en inundaciones catastróficas, Trump estaba jugando golf y comiendo helado como si fuera otro fin de semana", escribió un usuario en X.

Respuesta oficial y defensa de la administración

A pesar de las críticas, la Casa Blanca ha defendido las acciones de Trump. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, destacó que el presidente aprobó una declaración de desastre mayor el 6 de julio, desbloqueando fondos federales para esfuerzos de recuperación en Texas, incluyendo asistencia para vivienda temporal y reparaciones. "El presidente ha estado en comunicación constante con el gobernador Abbott y otros funcionarios, asegurando que se brinde todo el apoyo necesario", afirmó Leavitt en una conferencia de prensa el 7 de julio.

Trump también expresó simpatía en declaraciones a la prensa el 6 de julio, describiendo las inundaciones como "una cosa horrible, absolutamente horrible", y anunció planes para visitar Texas el 11 de julio.

"Decimos, Dios bendiga a todas las personas que han pasado por tanto, y Dios bendiga al estado de Texas", dijo mientras salía de su campo de golf. Además, la administración ha negado que recortes a agencias federales, como el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), hayan afectado la respuesta, calificando las críticas como "falsedades impulsadas por demócratas".

Leavitt insistió en que el NWS emitió advertencias tempranas y consistentes, atribuyendo las inundaciones a "un acto de Dios".

Críticas y controversia

La controversia no se limita a las actividades de Trump. Expertos y opositores han cuestionado si los recortes presupuestarios de la administración Trump, que han reducido la plantilla del NWS en aproximadamente 560 trabajadores este año, pudieron haber limitado la capacidad de predicción y alerta temprana.

Un análisis de The Guardian sugiere que el clima más cálido y húmedo, exacerbado por el cambio climático, hizo que las condiciones fueran un 7% más húmedas y 1.5°C más calientes de lo normal, y algunos expertos, como Andrew Dessler de la Universidad Texas A&M, argumentan que cada evento climático ahora lleva la influencia del cambio climático.

En redes sociales y medios, las reacciones están divididas. Algunos defensores, como usuarios en X, argumentan que la presencia de Trump en Texas podría haber interferido con las operaciones de rescate, ya que su visita habría requerido cerrar el espacio aéreo. "Al menos Trump envió rescate. Biden dejó que el oeste de Carolina del Norte se ahogara durante semanas sin ayuda", escribió un usuario.

Sin embargo, otros ven sus acciones como un reflejo de prioridades equivocadas, especialmente dado el alto número de víctimas infantiles, con 28 niños confirmados fallecidos en el condado de Kerr según Reuters.

Perspectiva estatal y nacional

Mientras Trump enfrenta críticas, el gobernador Abbott ha estado al frente de la respuesta estatal, expandiendo la declaración de desastre y coordinando con la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien defendió las acciones federales. Abbott enfatizó un enfoque de "operación 24/7" para encontrar a las víctimas, y el 7 de julio instó a los texanos a permanecer atentos al clima, dado el riesgo de más lluvias. Otros estados, como Florida, liderado por el gobernador Ron DeSantis, han ofrecido apoyo, desplegando equipos de rescate el 6 de julio.

La tragedia en Texas ha dejado una marca profunda, con familias destrozadas y comunidades en luto, mientras el debate sobre el liderazgo presidencial durante crisis naturales continúa. Si bien Trump ha tomado medidas oficiales, la imagen de su fin de semana de golf y helado ha intensificado las críticas, especialmente en un contexto de cuestionamientos sobre la preparación federal. Mientras las operaciones de rescate persisten, la nación reflexiona sobre cómo equilibrar la respuesta gubernamental con la empatía en momentos de dolor colectivo.

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