Las elecciones de este domingo 04 de junio en Coahuila y el Estado de México, más lo que ocurra en este último, marcarán un antes y un después en el rumbo del proceso electoral de 2024, en donde, además de elegir un titipuchal de diputados locales y alcaldes, también se seleccionaran 500 diputados federales, 128 senadores, 9 gubernaturas y, por supuesto, la tan anhelada Presidencia de la República.

Pero ¿por qué es tan importante el Estado de México? Ni siquiera tendría que existir esa interrogante si recordamos que su lista nominal, o sea, las personas que están en condiciones de sufragar, ronda los 12.6 millones posibles votantes; para que se den una idea, en Morelos la lista nominal en Morelos era de 1.4 millones. Aunado a todo esto, pues destaca que el EdoMex es el bastión priista por excelencia, con decirles que ese partido ha gobernado esa Entidad desde la Era Mesozoica.

Por estas razones y con el único objetivo de mermar al contrario, es que esta semana la guerra de descalificaciones entre Morena y el PRIANRD se ha intensificado y vaya que el partido guinda es el que ha asestado con más fuerza, basta con ver las acusaciones de desvíos millonarios por parte de la candidata aliancista Alejandra Del Moral. Además, por si todavía necesitaran ayuda, Movimiento Ciudadano, que no está participando en la contienda, creyó muy conveniente, con las elecciones a la vuelta de la esquina, lanzar una campaña en contra del PRI. ¡Qué oportunos!

Pero bueno, yo me pregunto, ¿será necesaria toda esta estrategia de desprestigio por parte de Morena? 1. Para empezar, no creo que haya partido más desprestigiado que el PRI; y 2. Se la han pasado presumiendo encuestas que les dan la victoria sobre #VaXMéxico con diferencia de hasta dos dígitos. Tal vez, la realidad es que en Morena si están preocupados y los rumores de que una contienda que ya tenían en la bolsa, por echarse a la hamaca y pecar de confiados, se ha cerrado más de lo que esperaban, porque, siendo realistas, alguien que se siente seguro de ganar no necesita entrarle al juego de la ‘guerra sucia’.

Vamos con lo bueno, lo malo y lo feo. Lo bueno: una victoria contundente por parte de la Maestra Delfina en el Estado de México puede ser el meteorito que por fin extinga al PRInosaurio. Lo malo: que, en caso de que Morena llegue a perder o gane por un margen muy reducido, le va a devolver la luz a una oposición que lleva meses caminando por la calle de la amargura. Lo feo:

Que Morena, creo yo, perdió la elección en Coahuila, cuando decidió escoger al peor candidato posible.

No está de más decir que esto es a título personal. Fíjense nada más que… de darse la derrota contundente que se vaticina en Coahuila, el Movimiento de Regeneración Nacional deberá tomar nota y entender que, en el 2024, en específico para las 9 gubernaturas en juego, deberá elegir candidatas o candidatos capaces, con arraigo, con trayectorias bastas e intachables, y sin escándalos, porque ya se vio que, sin AMLO en la boleta, no ganan cualquiera. ¡Ojo con eso!

Fuera de contexto: Los hermanos de López Obrador terminaron de deshojar la flor y profesaron su apoyo a su ‘corcholata’ favorita, Pío a Ebrard y José Ramiro a Sheinbaum. ¡Muy bien! Pero no nos hagamos, aunque traigan el apellido, el único apoyo que cuenta es el de ‘ya saben quién’.

Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.

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