Fumar es uno de los hábitos más perjudiciales para la salud y dejarlo puede resultar un gran desafío. A pesar de los graves daños que provoca en el organismo, el consumo de tabaco sigue siendo una práctica extendida en la sociedad. Sin embargo, el neurocientífico Henning Beck ha revelado una técnica infalible para abandonar el tabaco definitivamente, basada en el engaño al cerebro.

Engañar al cerebro para dejar de fumar

Según Beck, la clave para dejar de fumar radica en reprogramar nuestra mente y sustituir el cigarrillo por otra actividad que brinde una satisfacción inmediata. Fumar suele asociarse a momentos de estrés y ansiedad, funcionando como una vía de escape para conseguir un alivio rápido. La estrategia consiste en canalizar estos impulsos hacia una acción alternativa que también proporcione placer, pero sin los efectos nocivos del tabaco.

Este proceso requiere moderación y disciplina para evitar generar nuevas adicciones. El objetivo es reprogramar las necesidades del cerebro, reduciendo progresivamente la dependencia del cigarrillo y reemplazándola por hábitos más saludables.

El papel de la motivación y las metas

La experta en adicciones Tanja Endrass respalda esta técnica y agrega que otro factor fundamental es la motivación personal. Imaginar constantemente los beneficios de dejar de fumar y ser consciente de los riesgos asociados al tabaco puede ser un incentivo poderoso. Las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otros padecimientos graves son consecuencias bien documentadas del tabaquismo.

Endrass recomienda establecer metas concretas y progresivas para reducir paulatinamente el consumo de cigarrillos. Comenzar con pequeños logros y avanzar hacia objetivos más ambiciosos facilita el proceso y aumenta las posibilidades de éxito.

Una vida saludable para eliminar el tabaco

Además de la reprogramación mental y la motivación, los expertos coinciden en que llevar un estilo de vida saludable es esencial para dejar de fumar. Adoptar una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, ayuda a desintoxicar el organismo. Asimismo, la práctica regular de ejercicio físico contribuye a eliminar toxinas y a estimular la producción de dopamina, un neurotransmisor clave en la sensación de placer y bienestar.

Evitar el alcohol y el consumo de tabaco en cualquier forma también es crucial para el éxito del proceso. Enfocar la búsqueda de bienestar en hábitos positivos permite sustituir la gratificación inmediata del cigarrillo por actividades que favorezcan la salud a largo plazo.

Con estas estrategias, dejar de fumar no solo es posible, sino que también puede convertirse en una transición hacia un estilo de vida más pleno y saludable.

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