El pasado domingo pobladores del ejido Laguna Om escucharon un fuerte estallido que segundos después abrió una grieta entre el agua, de ella salió humo y después se formó un remolino. 24 horas después el socavón se tragó el agua de la laguna.
El fenómeno también provocó fisuras que derrumbaron árboles y provocaron que la fauna silvestre como cocodrilos, lagartos y tortuga huyeran del sitio.
Los ejidatarios habían planeado convertir el sitio en un espacio ecoturístico y ya habían gestionado millón 200 mil pesos para construir infraestructura para servicios de campamento.
De acuerdo con el delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en la entidad, José Luis Blanco Pajón, el evento ocurrió cuando las capas subterráneas de tierra situadas debajo del peso del agua de una laguna son flexibles y ceden ante el peso y se rompen, lo que abre un gran hueco.
Ojo, esta es la primera que ocurre algo así en Quintana Roo pero por el tipo de subsuelo y tipo hidrogeográfico podría suceder en otras zonas como Bacalar, Holbox o Xcalak, afirmó Blanco Pajón.