CUERNAVACA,  MORELOS.- “En algún momento llegué a pensar que moriría”, asegura Israel García Tapia, paciente en proceso de recuperación de COVID-19.

Desde su casa, en donde permanece en aislamiento domiciliario tras ser dado de alta del hospital, Israel compartió a Diario de Morelos su experiencia tras ganar la batallada contra el COVID-19.

Hasta ahora, cinco semanas después de haber dado positivo al nuevo coronavirus, desconoce dónde y cómo lo adquirió.

“No sé qué paso, seguramente en algún momento me descuidé y ni cuenta me di cuenta. Soy músico y fotógrafo, también doy clases. Con el aislamiento mis actividades se suspendieron, por eso ya no salí, me mantuve en casa por mi mamá, es una persona de 83 años, con hipertensión. Solo salí un par de veces al súper y al Oxxo, fue todo”, cuenta.

El 18 de abril comenzaron los síntomas, fiebre y dolor de cabeza, pero no le tomó importancia. Después realizó una videollamada, siguió las indicaciones, pero su estado de salud empeoró y el 21 de abril se trasladó al centro de salud de Tlaltenango. Por sus síntomas le hicieron la prueba y dos días después el resultado: positivo.

“Pensé lo peor, pasó por mi cabeza la muerte, pero mi mayor temor era contagiar a mi mamá, así que seguí todas las indicaciones y me mantuve en estricto aislamiento; pero los síntomas aumentaron: el dolor de cabeza era insoportable, perdí el olfato y el gusto, tuve diarrea y tenía dificultad para respirar.

El 26 de abril, tras una videollamada con los médicos que indicaron ir al hospital, uno de mis hermanos me llevó al “Parres”, pero ya estaba saturado. Me enviaron al hospital ‘Centenario de la Revolución’, en donde permanecí hasta el 2 de mayo”, dijo.

Casi de manera simultánea, cuando Israel ya sabía que tenía COVID-19, uno de sus hermanos, Miguel Ángel, se puso mal, pero no supo nada de él hasta que salió del hospital.

Israel señala que su ingreso al nosocomio fue en el momento adecuado, ya presentaba un cuadro de neumonía, y solo requirió oxígeno, no fue necesaria la intubación. Permaneció solo, sin sus familiares, solo con el apoyo y atención del personal de salud.

“Estoy agradecido con Dios y con el personal de salud, fue una excelente atención, no solo médica, también en acompañamiento. Hubo momentos en los que sentí que me iba a morir y las enfermeras y médicos me dieron ánimo, ahí estuvieron, nunca me dejaron”, aseguró.

Lección de vida

Lamentó la muerte de su hermano Miguel, quien debido a la obesidad y diabetes que padecía, no logró salir adelante, “porque el COVID no solo ataca tus pulmones, sino que debilita tu cuerpo cuando tienes otras enfermedades”.

Israel García fue dado de alta el pasado 2 de mayo, pero debido a la escases de pruebas no le realizaron otra para determinar si el virus todavía permanecía en su cuerpo, por lo que a sugerencia de los médicos debe permanecer más tiempo en aislamiento domiciliario, además, debe recuperarse completamente debido al daño pulmonar que tuvo.

Superar el virus de COVID-19 le deja una gran lección de vida: disfrutar la vida y valorar a su familia. No solo lamenta la pérdida de Miguel Ángel, sino que no se pudieran despedir de él, sin los funerales como tradicionalmente se hace.

Desde su casa Israel ha retomado las clases virtuales con sus alumnos, a través de plataformas digitales, a quienes les pide seguir todas las recomendaciones porque el virus no se ve, pero existe y mata. 

"Hubo momentos en los que sentí que me iba a morir y las enfermeras y médicos me dieron ánimo, ahí estuvieron, nunca me dejaron.” Israel García Tapia, músico

Por: Marcela García / marcela.garcia@diariodemorelos.com

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