A 15 años del trágico incendio en la Guardería ABC que cobró la vida de 49 niños y dejó a decenas más con quemaduras y secuelas físicas y emocionales, los sobrevivientes, padres y madres de las víctimas marcharon por las principales calles de Hermosillo exigiendo al Gobierno de México y al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atención médica de primer nivel y justicia.

Unos tres mil manifestantes, entre ellos los ahora adolescentes que lograron escapar de las llamas, familiares de las víctimas y ciudadanos solidarios, recorrieron las calles desde las ruinas de la Guardería ABC hasta las escalinatas de la Universidad de Sonora. Portaban camisetas moradas con la consigna "Salud y justicia para sobrevivientes ABC".

Karla Maritza Gutiérrez Gastélum, una de las sobrevivientes que tenía tres años en el momento del incendio, denunció que el IMSS ha ignorado el daño sufrido en su sistema respiratorio debido al humo tóxico inhalado. A pesar de los diagnósticos médicos que revelan daños irreversibles en su pulmón, las autoridades se niegan a reconocerla como víctima del siniestro.

La madre de Karla, Karla Gastélum Martínez, lamentó la falta de reconocimiento por parte del Estado mexicano y destacó que instituciones médicas en Estados Unidos confirmaron los daños en la salud de su hija. La lucha legal por la atención médica adecuada continúa para ellas y otras 15 familias que demandan reparación integral del daño para sus hijos.

En una ceremonia conmemorativa, los manifestantes recordaron a los niños fallecidos y renovaron su clamor por justicia. Luis Eduardo Mada Osuna, otro sobreviviente, enfatizó el impacto duradero del incidente y la impunidad que ha prevalecido durante estos 15 años.

El incendio, que comenzó en la bodega de la Secretaría de Hacienda y se extendió hacia la Guardería ABC, ha dejado una herida abierta en la sociedad. Aunque existen órdenes de aprehensión pendientes, ninguna persona ha sido encarcelada por su responsabilidad en la tragedia. Los padres de las víctimas y los sobrevivientes continúan exigiendo justicia en un sistema que no ha respondido a sus demandas.

El 5 de junio de 2009 quedó marcado como uno de los días más trágicos en la historia de Hermosillo, un recordatorio doloroso de la negligencia y la falta de rendición de cuentas que aún prevalece en el país.

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