La presidenta Claudia Sheinbaum respondió este martes al reciente anuncio de Estados Unidos de imponer un arancel del 17 % a las importaciones de tomate mexicano tras reactivar una antigua investigación antidumping. La mandataria afirmó con firmeza: “el tomate mexicano va a seguir exportándose… porque no tiene sustituto”.
Este gravamen surge del retiro del Acuerdo de Suspensión de 2019, que Estados Unidos dio por concluido. Ante esta medida, México abastece aproximadamente el 90 % de la demanda estadounidense, sea en frescura o volumen, lo que refuerza el argumento de la mandataria sobre la imposibilidad de sustituirlo por otro productor.
Además, Sheinbaum confirmó que ya se coordina una mesa de negociación con productores y autoridades de ambos países, con el propósito de alcanzar un acuerdo antes del 1 de agosto y evitar un adicional arancel potencial del 30%, anunciado por Donald Trump para otros productos mexicanos.
En conferencia matutina, la presidenta llamó a disgusto la medida estadounidense y advirtió además que el impacto no solo afectaría a los productores mexicanos, sino que encarecería el tomate en los anaqueles de Estados Unidos: “el principal problema… es que sus consumidores pagarán más caro”.
Ante este escenario, Sheinbaum anunció que en los próximos días se presentará un paquete de apoyo para los productores de tomate en Sinaloa, Michoacán y otros estados clave, buscando amortiguar el efecto del arancel y acceder a nuevos mercados si es necesario..
Contexto y repercusiones:
- El tomate mexicano representa más de 2 800 millones de dólares en exportaciones anuales, volumen que Estados Unidos depende para cubrir hasta el 90% de su demanda.
- La presidenta mencionó que ya se habían retirado aranceles similares en el pasado debido a su impacto económico y social, y confía en que habrá negociación antes de la fecha límite.
- Productores y las secretarías de Economía y Agricultura han calificado la medida como “injusta” y motivada políticamente, subrayando que México no ha incurrido en dumping ni recibe subsidios que alteren la competitividad.
