El senador republicano Lindsey Graham advierte de que EE.UU. podría "entrar en guerra" con Corea del Norte para hacer cesar sus ensayos nucleares y balísticos.
"Si tenemos que ir a la guerra para detener esto, lo haremos", aseguró el martes el senador de Carolina del Sur en una entrevista con la cadena estadounidense CNN, después de que Pyongyang anunciara el lanzamiento exitoso de un misil balístico intercontinental bautizado "Hwasong-15".
La prueba del Hwasong-15, cuyo alcance cubre "todo el territorio estadounidense", provocó la ira de EE.UU. y sus aliados en el este de Asia, que pidieron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para este miércoles con el fin de abordar la situación.
Graham, un aliado del presidente Donald Trump, aseveró que los estadounidenses ganarían una guerra con Pyongyang, pero al mismo tiempo no descartó que el hipotético enfrentamiento dejara muchos heridos y muertos.
En todo caso, si se da un enfrentamiento militar entre Estados Unidos y Corea del Norte, será culpa de Pyongyang, declaró el político norteamericano, para después afirmar que la Casa Blanca se dirigirá hacia una guerra "si las cosas no cambian".
Aun cuando manifestó que ni él ni Trump quieren una guerra, porque no es la "mejor opción", Graham afirmó que Washington no dejará que el líder norcoreano, Kim Jong-un, desarrolle la capacidad de atacar el territorio continental de Estados Unidos.
Según precisa un diario oficial norcoreano, el Hwasong-15 voló una distancia de unos 1000 kilómetros durante 53 minutos antes de caer en el mar de Japón (mar del Este) sin causar daños. Alcanzó una altitud de 4475 kilómetros, mayor a la de todos los misiles disparados hasta ahora por Pyongyang.
El Gobierno norcoreano ha advertido en reiteradas ocasiones de que necesita su arsenal nuclear y de misiles para defenderse de las provocaciones y actos hostiles de Estados Unidos y sus aliados en la región, es decir Japón y Corea del Sur. Este último país ha realizado tres ensayos de misiles y ejercicios militares en respuesta a su vecino septentrional.