Aunque Roblox se presenta como un juego seguro y creativo para menores, investigaciones y casos recientes revelan un lado oscuro: adultos infiltrados, contenido inapropiado y falta de supervisión efectiva.
Una amenaza disfrazada de entretenimiento
Roblox es una de las plataformas de videojuegos más utilizadas por niños y adolescentes en el mundo. Su apariencia colorida y su propuesta de creatividad colaborativa la han convertido en un fenómeno global. Sin embargo, detrás de su fachada amigable, existen riesgos que cada vez preocupan más a especialistas en ciberseguridad y protección infantil.
El principal problema: la falta de control real sobre con quién interactúan los menores. Aunque Roblox permite crear experiencias personalizadas y cuenta con opciones de control parental, estas herramientas no siempre son utilizadas de forma efectiva por los tutores. Esto ha permitido que adultos malintencionados se infiltren en los juegos, haciéndose pasar por menores para ganar la confianza de los niños y establecer contacto.
Contenido perturbador en espacios aparentemente “seguros”
Una de las grandes preocupaciones son las llamadas “experiencias” dentro del juego, muchas de las cuales no están moderadas correctamente. Se han reportado mundos virtuales donde los avatares participan en actividades sexuales simuladas o muestran comportamientos fetichistas, incluso utilizando chats de voz para realizar comentarios explícitos.
Esto no solo representa un peligro psicológico para los menores, sino que también abre la puerta a prácticas de grooming —acoso y manipulación por parte de adultos hacia niños—, lo que ha encendido las alarmas de organismos de protección digital infantil.
Riesgos económicos y de privacidad
Otro aspecto que preocupa es la facilidad con la que los menores pueden ser víctimas de estafas. En la plataforma, los usuarios compran y venden objetos virtuales mediante una moneda digital llamada Robux. Existen numerosos casos en los que niños han sido engañados para intercambiar ítems o dar acceso a sus cuentas, perdiendo dinero real o exponiendo información personal.
En algunos casos, se han detectado enlaces externos a sitios de phishing o contenidos violentos, que circulan en chats privados sin supervisión.
¿Qué hace Roblox al respecto?
La empresa detrás del juego ha implementado ciertas herramientas de protección: controles parentales, filtros de lenguaje, monitoreo automatizado y reportes de usuarios. Sin embargo, expertos aseguran que estas medidas siguen siendo insuficientes frente al volumen de usuarios y la sofisticación de quienes buscan aprovecharse de los menores.
Muchos de estos mecanismos también requieren que los padres activen y supervisen constantemente la cuenta, algo que no todos hacen por desconocimiento o falta de tiempo.
¿Qué pueden hacer los padres y tutores?
Para proteger a los menores, es crucial:
• Configurar adecuadamente los controles parentales desde el inicio.
• Supervisar el contenido al que acceden sus hijos y con quién interactúan.
• Hablar abiertamente sobre los riesgos y enseñar a los niños a identificar comportamientos inapropiados.
• Establecer reglas claras sobre el uso del chat y la privacidad de la cuenta.
Una decisión familiar, no solo un juego
Roblox puede ser una plataforma educativa y divertida si se usa de forma consciente. Sin embargo, no es un espacio neutral. La responsabilidad de garantizar la seguridad de los menores en entornos digitales recae tanto en la empresa como en las familias.
Antes de permitir que un niño pase horas dentro de estos mundos virtuales, es fundamental preguntarse: ¿sabemos realmente quién está del otro lado de la pantalla?
