Según estudio publicado en la revista académica ‘Frontiers in Psychology’, escuchar música con sonidos altoS, reduce la presión que se percibe durante el ejercicio y aumentan los beneficios.

El efecto es mayor cuando los ejercicios son de resistencia como caminar, en comparación con los de alta intensidad como levantamiento de pesas, explicaron los investigadores.
Para el estudio, los científicos analizaron el efecto del ritmo de una pieza musical en voluntarios que realizaban ejercicios de resistencia y de alta intensidad.

Estas personas fueron observadas mientras realizaban las actividades físicas, primero en silencio y luego mientras escuchaban canciones de música pop en diferentes ritmos. También, detallaron, se tomó en cuenta la opinión de los participantes sobre el esfuerzo requerido para completar los ejercicios.

Descubrimos que escuchar música de alto ritmo mientras se hace ejercicio resultó en una frecuencia cardiaca más alta, y una percepción del esfuerzo más bajo en comparación con no escuchar música, apuntó el investigador Luca P. Ardigò.

Los investigadores esperan que estos resultados proporcionan una forma simple de mejorar los niveles de actividad física.

El estudio actual involucró a un pequeño grupo de sujetos voluntarios, señalaron, se necesitarán estudios más grandes en el futuro para continuar explorando los matices de cómo la música afecta nuestro entrenamiento.

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