No se trata de decir que: “todo tiempo pasado fue mejor”, porque cuando yo era niño (no hace mucho de eso) se hablaba y se discutía de futbol; ahora, los encabezados periodísticos, las redes sociales y las tertulias balompédicas, están ocupadas por una bola de chismes mitoteros que gozan de poca relevancia o de plano nada tienen que ver con lo que ocurre en la cancha. ¿No me creen?

Durante el lunes, las discusiones, en la mayoría de los medios de comunicación, se centraron en temas tan triviales como la celebración del gol obtenido por José Juan Macias, que abrió el marcador en el partido Chivas vs. León.

Que si fue correcto que besara el escudo del Rebaño Sagrado, que así celebraba cuando estaba enfundado en la casaca de los Panzas Verdes, que si un jugador le puede tener amor a varias camisetas, que las arañas. En el último de los casos ¡Que celebre como al él se le pegue la gana!.

Sin embargo, nadie se detiene a ponderar y a analizar la clase de anotación que se mandó: con la marca del defensor encima, de media vuelta, con puntería de billarista, colocando la esférica fuera del alcance del cancerbero de la fiera. ¡No!, lo importante, según esto, fue si besó o dejó de besar el escudo caprino.

En el mismo orden de ideas, otro hecho que acaparó la atención fue si la tarjeta de cambio con la que Cruz Azul realizó su tercera sustitución en el duelo contra Monarcas había sido llenada correctamente o no. ¡Hágame usted el favor!

Que fue culpa de la banca cementera, que el encargado de llenar la papeleta necesita cursos de caligrafía, que el cuarto oficial no debería de haber recibido la tarjeta o que hubiera preguntado; bueno, hay quien hasta se atreve a denunciar que la multicitada tarjeta de cambio fue alterada por la cuarteta arbitral. ¡Vuélvame usted a hacer el favor!

Digo ¿Qué relevancia tuvo? Nada ocurrió, salvo la molestia momentánea de los de La Noria, en el sentido de que “ellos habían puesto el número 21 y el cuarto árbitro lo interpretó como un 4”, además de la necesidad de procurar que se preste más atención a esos pequeños detalles, pero hasta ahí.

Son muchos los ejemplo que podríamos mencionar jornada a jornada: que los lesionados del América, que si Rafa Puente está en la tablita; todo esto, sin olvidar que las verdaderas estrellas del futbol mexicano siguen siendo los árbitros... ¿Y lo que ocurre en la cancha, apá?

Por: Eduardo Brizio / ebrizio@hotmail.com

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