Una vez más se comprueba la teoría “Lalobriziana”, en el sentido de que, las verdaderas estrellas del futbol mexicano son los árbitros. Por enésima ocasión, todos, absolutamente todos se dedicaron opinar sobre el trabajo realizado por Luis Enrique Santander, en el partido en dónde el ‘Bigotón’ le volvió a dar la clase a su pupilo más avanzado (el consorte de la liendre) al derrotarlo al son de tres goles por dos.
Al parecer, los “expertos en reglas de juego”; pero sobre todo, en el funcionamiento del video arbitraje, pululan y emiten juicios sumarios, aparentemente sin haber jamás leído el protocolo del VAR.
Del mismo modo, se ha armado una parafernalia en el sentido de que “el VAR es un desastre”, por el simple hecho (en algunos casos) de no estar bien informados de los alcances y limitaciones del novedoso sistema y en otros casos (los menos) porque no ha funcionado como se hubiera deseado.
La principal queja (y con razón) consiste en el tiempo que han empleado para tomar una determinación. El mejor ejemplo lo tenemos en el partido Xolos vs América, en la cabalística fecha 13, cuando los de Coapa perdieron 3 goles por dos y pretendieron crucificar al silbante Fernando Hernández, debido a que se tomó demasiado tiempo en emitir su decisión final. Sin embargo, en su favor podemos afirmar que las tres marcaciones realizadas con ayuda de la tecnología fueron acertadas.
Por ejemplo, en el pasado fin de semana fueron por lo menos diez las ocasiones en las que el VAR intervino para dictar justicia. En el Pumas vs. Cruz Azul, en los dos goles anulados a los universitarios y en la expulsión de Kevin Escamilla. En los tres goles anulados al Necaxa (contra Pachuca) por posición fuera de juego, y en el mismo partido en la expulsión de Ventrura Alvarado.
¿Quieren más?, en el penal a favor de Lobos BUAP, que significó el segundo tanto con el que derrotaron a Tijuana. En el Tigres vs. Monarca, validado sendos goles (uno por bando) en donde originalmente daba la impresión de que existía fuera de lugar.
Incluso la jugada polémica en la que Santander determina no marcar penal a favor del Toluca y amonestar a Pardo, en mi opinión el VAR impartió justicia, sin librarse por supuesto del laste que le ha acompañado, que es el tiempo excesivo que se toman para dar una decisión final.
Admitiendo que el VAR es perfectible… no encuentro suficientes motivos para afirmar tajantemente que… es un desastre.
Eduardo Brizio
ebrizio@hotmail.com