El presunto asesinato de Miguel Ángel de la Mora Larios, mejor conocido como Micky Hair, ha conmocionado a la industria de la belleza en México y desatado un debate sobre la inseguridad en la capital. El ataque ocurrió en pleno corazón de Polanco, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México, lo que aumentó la sorpresa y la indignación.

De acuerdo con versiones preliminares, individuos a bordo de una motocicleta dispararon de manera directa contra el estilista de 28 años y luego huyeron. Aunque la SSC y la Fiscalía capitalina no han confirmado oficialmente la identidad de la víctima, periodistas y usuarios de redes sociales señalan que se trata de De la Mora, pues la ropa que vestía coincidía con la que había mostrado en sus historias de Instagram horas antes.

Un ícono de estilo y exclusividad

Originario de Jalisco, De la Mora construyó una carrera meteórica en el mundo del estilismo. Tras iniciar con un salón en Guadalajara, consolidó su marca con la apertura de Micky Hair Salón Masaryk, un espacio de lujo en una de las avenidas más caras de la capital.

Su estilo sofisticado y trato exclusivo lo llevaron a convertirse en el favorito de celebridades, influencers y reinas de belleza como Ángela Aguilar, Kenia Os, Natalia Dupeyrón, María Fernanda Beltrán (Miss Universe México 2024) y Regina Peredo (Reina Hispanoamericana 2019).

En redes sociales, su cuenta personal de Instagram, @micky_hair, superaba los 168 mil seguidores, mientras que la del salón rondaba los 25 mil. Ahí mostraba no solo su trabajo, sino también su estilo de vida: viajes internacionales a París, Nueva York, Japón o Brasil; accesorios de lujo de firmas como Hermès, Louis Vuitton y Cartier; y hasta regalos extravagantes a sus colaboradores.

Cercano a figuras polémicas

Además de su círculo de clientas famosas, De la Mora era cercano a Diana Esparragoza, nieta del narcotraficante Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”. Ambos compartían viajes frecuentes y recientemente habían estado juntos en Punta Mita para celebrar el cumpleaños de ella.

El crimen contra Miguel de la Mora ocurre mientras la FGJ-CDMX investiga posibles móviles bajo la hipótesis de un ataque directo, en un caso que mezcla el glamour de la alta sociedad capitalina con la crudeza de la violencia urbana.

La noticia ha provocado una ola de reacciones entre clientas, colegas y seguidores que lo recuerdan como un joven talentoso que convirtió su nombre en sinónimo de lujo y estilo, pero cuya vida terminó abruptamente en circunstancias aún sin esclarecer.

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