La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) lanzó una alerta ante el inicio de la temporada de lluvias en México, ya que se ha registrado un incremento considerable en siniestros automotrices por inundaciones. Durante 2024, más de 29 000 vehículos asegurados resultaron afectados por fenómenos hidrometeorológicos, Para proteger tu patrimonio, es fundamental actuar correctamente.
Primero, revisa tu póliza. Confirma que esté vigente y que incluya cobertura por daños materiales—en muchos casos también cubre robo—ya que estas cláusulas suelen contemplar siniestros por inundación. Si tu auto quedó bajo el agua, no intentes encenderlo: hacerlo podría dañar gravemente el motor y, en algunos casos, incluso invalidar la cobertura. Una vez en terreno seguro, documenta la situación: toma fotografías y graba videos del vehículo y la zona inundada para tener evidencia clara al presentar tu reclamación.
El siguiente paso es contactar a tu aseguradora de inmediato. Ten a la mano tu póliza, identificación oficial, tarjeta de circulación y ubicación precisa del vehículo. Solicita la asistencia de un ajustador; él evaluará los daños y determinará si el vehículo debe permanecer en el sitio hasta su revisión, salvo que represente un riesgo urgente.
Es importante también conocer el deducible aplicable: es el monto que deberás cubrir antes de que la aseguradora asuma el resto del costo. Revisa bien los porcentajes establecidos para evitar sorpresas. La mayoría de las pólizas amplias o de cobertura limitada incluyen la cobertura por fenómenos naturales, aunque algunas pólizas de responsabilidad civil no la contemplan, por lo que siempre conviene revisar los términos de tu contrato.
Finalmente, AMIS recomienda evitar conducir por zonas inundadas y prestar atención a las indicaciones de Protección Civil: ramas, objetos arrastrados por el agua, pozos profundos y corrientes pueden representar un riesgo para el vehículo y sus ocupantes.
En resumen, si tu coche quedó bajo el agua tras las lluvias, lo esencial es no encenderlo, fotografiarlo, notificar a la aseguradora, esperar al ajustador, contar con la documentación al día y revisar tu póliza para conocer bien tus derechos y obligaciones. Estas acciones son clave para hacer valer tu seguro y proteger tu patrimonio frente a fenómenos naturales.