El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el reciente asesinato de Hipólito Mora, exlíder de las autodefensas en Michoacán, ocurrido en el estado de Michoacán. Sin embargo, el mandatario atribuyó este crimen a un remanente de la violencia generada durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Durante una conferencia de prensa en Palacio Nacional, el presidente López Obrador señaló que los acontecimientos actuales son una consecuencia de lo que sucedió en el pasado y recordó que durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) se declaró la guerra contra el narcotráfico, particularmente en Michoacán, mientras el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, mantenía vínculos con grupos criminales.
López Obrador destacó que, en el municipio de Buenavista, donde ocurrió el asesinato de Hipólito Mora, Calderón declaró la guerra vestido de militar, pero al mismo tiempo, su secretario de Seguridad Pública estaba vinculado con organizaciones del crimen organizado. El presidente cuestionó la estrategia implementada en ese entonces, donde se combatía a algunas bandas criminales mientras se protegía a otras.
El mandatario también mencionó que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) se intentó enfrentar la violencia organizando a guardias civiles y autodefensas. Sin embargo, los delincuentes de ese tiempo afirmaban que las autodefensas también tenían vínculos con grupos criminales, lo que provocaba enfrentamientos entre la población.
El presidente López Obrador aseguró que el gobierno estatal de Michoacán no dejó solo en ningún momento a Hipólito Mora y recordó que ya había antecedentes de que un grupo en la región quería dañarlo. El gobierno estatal le brindaba protección, pero, según el mandatario, no se pudo evitar su asesinato debido a la violencia y armamento de alto calibre que poseen los delincuentes.
El mandatario rechazó las acusaciones de que Hipólito Mora haya sido abandonado a su suerte y afirmó que traía escoltas y que existe una base en la zona. Además, aclaró que las balas utilizadas en el ataque no corresponden al calibre utilizado por el Ejército, refutando las afirmaciones de que los disparos provenían de dicha institución.
López Obrador reconoció el dolor y la indignación de los familiares, pero enfatizó la importancia de no difundir información falsa. Asimismo, señaló que estos casos son utilizados por sus adversarios para atacar a su gobierno. El presidente subrayó que no existiría ningún motivo para dejar desprotegida a una persona que corre el riesgo de perder la vida y reafirmó su compromiso de brindar mayor protección en situaciones similares
La violencia en México sigue siendo un desafío importante para el gobierno de López Obrador, quien ha prometido implementar una
estrategia distinta a la de sus predecesores, basada en el combate a la pobreza y la desigualdad como medidas fundamentales para reducir la violencia en el país.