CUERNAVACA, MORELOS.- A sus 36 años Jesús Román Peña sufrió un evento cerebral vascular hemorrágico, por lo que fue operado de emergencia; ahora necesita una segunda operación para colocarle una placa que proteja el cerebro ya que le quitaron una parte del cráneo.

Jesús Román, es originario de Guerrero, pero desde pequeño su mamá Petrita Peña Olea lo trajo a vivir a Morelos, en busca de mejores oportunidades, pero la situación se tornó difícil.

Su mamá, compartió a Diario de Morelos que al no encontrar empleo su hijo decidió regresar a Guerrero en donde le ofrecieron trabajo como conductor de una ambulancia.

“Yo hubiera querido tener aquí a mi hijo, pero no podía ayudarlo. Vendo postres y bolis en los tianguis, mi esposo es taxista y con la pandemia la situación se complicó. Él se regresó a Guerrero con su esposa e hijos, le ofrecieron un trabajo pequeño, el sueldo es poquito, pero seguro”, dijo.

El estrés provocado por la falta de dinero y la difícil situación por la pandemia del COVID-19 ocasionaron que sufriera un evento cerebral vascular hemorrágico, que lo puso entre la vida y la muerte.

Por la atención de pacientes COVID-19 no había espacio, por lo que fue trasladado a Cuernavaca, en donde fue sometido a una intervención quirúrgica en la que le quitaron una parte de cráneo para que se desinflamara su cerebro.

“Mi hijo quedó con discapacidad, no tiene la misma movilidad, poco a poco ha recuperado el habla y algunos movimientos. Ahora, necesita una operación para que le pongan una placa que proteja su cerebro. Ahorita no tiene una parte de su cráneo, su cabeza se ve sumida y es peligroso porque un golpe o un mal movimiento puede ser mortal para él, por eso necesita una segunda operación para que le pongan una placa o red.

“Estoy desesperada, no tenemos dinero para pagar la operación, nos cobran 150 mil pesos, nos quedamos sin nada al pagar la primera operación. Tuvo que ser atendido en un hospital privado porque no había espacio en los hospitales públicos. Vendimos un coche que teníamos y muchas otras cosas, familia que vive en Estados Unidos nos apoyó, pero necesitamos otro poco de ayuda”, cuenta.

Petrita Peña vende buñuelos, empanadas, donas y bolis en tianguis, pero eso a penas y le alcanza para la comida. Hace pasteles sobre pedido y algunos postres, por lo que pide apoyo para que le compren sus productos o le den una ayuda para reunir el dinero de la operación. 

Atención. El estrés por la falta de dinero y la situación por la pandemia, ocasionaron que Jesús sufriera un evento cerebral vascular.

Atención

La señora Petrita Peña vive en Cuernavaca su celular es 777-3-46-10-05 y su número de cuenta es 5512 3823 9213 3999.

Por: Marcela García  / marcela.garcia@diariodemorelos.com

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp