Zacatepec.- Seguir traspasando fronteras es el mayor deseo de la peleadora Mabel Gómez Alcázar. La morelense quiere consagrar su carrera deportiva con eventos de talla internacional.
Desde hace ocho años, Mabel Yosahandy Gómez Alcázar es peleadora profesional de Muay Thai, lo que la ha llevado a presentarse en diferentes eventos por varios estados del país, y del continente.
Su palmarés la ha llevado a representar a Morelos y a México en otros países, registrando al momento dos peleas en el extranjero. Una en Canadá y otra en Argentina.
“Me gustaría seguir peleando profesional a nivel internacional, y espero seguir en el ámbito profesional de lleno, con peleas y eventos”, comentó a Diario de Morelos.
La morelense, quien radica en el municipio de Zacatepec, calificó este año de “muy bueno y muy activo, con muchas peleas”, sin embargo reitera que quiere seguir fogueándose.
“El próximo año deseo seguir tomando peleas para incrementar mi experiencia, tener más combates profesionales e internacionales y espero seguir recibiendo invitaciones a eventos con gran prestigio”, agregó.
Finalmente, Mabel Gómez espera se apoye más a los deportistas morelenses.
“Hay muchísimas personas con gran talento en diferentes áreas, Morelos ha sido un semillero de deportistas destacados”, concluyó.
Fecha de nacimiento:
7 de Junio de 2001
Lugar de nacimiento:
Cuernavaca, Morelos
Disciplina:
Muay Thai
33 peleas amateur: 21 ganadas, dos empates y diez perdidas; dos profesionales.
4 lugar en ranking actual de la Federación Mexicana de Muay Thai.
CINTURONES
- Campeona regional de TBCAMP.
- Campeona Nacional Amateur de Muay Thai de la ROIAM
- Campeona Continental de la Liga LBTMM.
- Campeona Internacional de la LCS (Argentina).
- Campeona Profesional de la Liga.
"Trabajamos con toda la pasión para poder representar a México a nivel Mundial, poniéndole toda la dedicación y empeño a este deporte.” Mabel Gómez Alcázar, peleadora morelense.
DATO
Debutó en 2020 en la Liga ‘Budo Sento Championship’, en la disciplina de Muay Thai, con guante de MMA.
Por: Diego García Cruz