Con un electorado polarizado a más no poder, ayer se llevaron a cabo las votaciones en Estados Unidos, las cuales incluyen la definición de la Presidencia y el Congreso.
Diversas estimaciones calculaban que Kamala Harris tuviera un repunte importante frente a su contrincante Donald Trump, pero en las urnas, todo indica que se habría quedado corta.
Al cierre de esta columna, el republicano contaba con 210 votos electorales, frente a 113 de la candidata demócrata. Recordemos que en el sistema electoral americano, el ganador debe alzarse con 270 votos electorales.
Trump ganó en Montana, Utah, Texas, Ohio y Luisiana, mientras que Kamala tenía la victoria en Colorado, Washington DC, Illinois y Rhode Island.
Como dato curioso, se dice que ningún candidato presidencial ha logrado llegar a la Casa Blanca sin haber ganado Ohio. ¿Será el augurio de que Donald volverá a ocupar la oficina de la Sala Oval?
A pesar de que hasta la noche de ayer había una marcada diferencia, expertos en política seguían considerando que el resultado se definiría por muy poco cuando se hayan contado todos los votos y que serán los llamados estados “péndulo” (Pennsylvania, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada) los que definan al ganador.
Recordemos también que hace cuatro años, Joe Biden tardó varios días en ser proclamado ganador de las elecciones y viendo el panorama, es muy probable que la historia vaya a repetirse.
Mientras tanto, México y el mundo seguirán al filo de la silla.