Ayer se llevó a cabo el segundo debate entre las dos candidatas y el candidato a la Presidencia de México, el cual nos dejó de nuevo un sabor agridulce.
Fieles a la costumbre, las denostaciones no faltaron entre Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Jorge Máynez y aquellos que clamaban porque únicamente se presentaran propuestas, se quedaron con las ganas. Hubo pleito. Y del bueno.
No obstante, sí hablaron de temas interesantes que son rescatables y que sin duda, deberán de estar en el escritorio del ganador o ganadora de la elección el próximo 2 de junio.
Un punto a destacar es el uso de las energías renovables y la democratización de su uso entre las familias mexicanas, no sólo por el tema del cuidado del medio ambiente, sino también por el ahorro que puede significar a la economía de los mexicanos.
Autos y transportes eléctricos también se pusieron sobre la mesa, aunque vale mencionar que actualmente, si bien este sector va en tendencia a la alza, un vehículo eléctrico sigue siendo “caro” para un amplio sector de la población. Habrá que ver cómo lo “aterrizan” si es que hacen realidad lo que prometen al respecto.
En este mismo tenor salió a relucir Pemex y las alianzas con Estados Unidos y Canadá en material ambiental, así como el uso de la tecnología y la inteligencia artificial con costos aceptables para todos los sectores. Ojalá que esto no se quede en el tintero nada mas.
Otras cosas a destacar de las que hablaron fueron el aumento al salario mínimo y la eliminación de los impuestos para todas aquellas personas que ganen menos de cierta cifra. Obviamente, todos los mexicanos queremos tener más dinero en el bolsillo y no suena nada mal que Sheinbaum, Gálvez y Máynez abunden en ello.