ABSOLUCIÓN. Ayer, uno de los episodios más negros de la historia de México tuvo un nuevo capítulo: el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, fue confirmado como absuelto por el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
Este es el segundo golpe legal que da el ex edil, ya que en mayo del 2023 ya había sido exonerado de este delito y también por delitos contra la salud, ante sus posibles nexos con el grupo criminal de “Guerreros Unidos”.
Sin embargo, esto no significa que Abarca Velázquez ya esté empacando sus cosas para recuperar su libertad, ya que actualmente tiene una sentencia de 20 años de cárcel por el homicidio de quien fuera su síndico, Justino Carbajal Salgado.
También sigue sujeto a proceso por lavado de dinero, por lo que seguramente no lo veremos por las calles de nuevo. Probablemente Abarca no estuvo de manera directa involucrado con la desaparición de los normalistas, pero resulta muy difícil dar por hecho que no sabía nada de lo que sucedía bajo sus narices cuando su propia esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, era la hermana de los líderes criminales que controlaban la zona.
El caso con ella es que tampoco se la han podido “cuadrar” e incluso a principios del año pasado se ordenó reponer el proceso penal en su contra por delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Por ahora, con la absolución que se dictó a favor de José Luis Abarca, se tiene un responsable menos por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la justicia vuelve a alejarse un poco de los deudos de las víctimas.