LA POSTURA de que la Guardia Nacional no ha funcionado tiene cierto grado de imprecisión y una variedad de repercusiones que en nada contribuyen a la necesidad de casi todos los mexicanos de pacificación.
Para el Estado de Morelos no es la excepción, toda vez que la idea de que este instrumento de seguridad no da resultados requiere una revisión previa de si efectivamente está aquí como se le ha ponderado.
Lo cierto es que no puede decirse que a la fecha la Guardia Nacional está trabajando cabalmente en Morelos, porque si bien se ha visto a algunos uniformados por acá, es una aproximación al proyecto total.
HACE TRES semanas, el comandante en jefe de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, reportó la operación en todo el país, y al referirse a Morelos ofreció cifras que discrepan de los datos locales:
Dijo: “(Morelos) tiene tres coordinaciones regionales con 791 integrantes de la Guardia Nacional; si le añadimos el despliegue permanente de la Sedena y Policía Federal (…) tenemos 3 mil 592 elementos”.
Acá las versiones oficiales indican que son menos de 500 elementos de la Guardia Nacional los que han sido enviados a la tierra tlahuica, de ahí la versión de que no falla algo que en los hechos no está en firme.
Y QUIZÁ sin necesidad de un trabajo de inteligencia de alto nivel, las bandas delincuenciales saben que la Guardia Nacional no funciona de forma consistente al ver que sus andanzas prácticamente no son contenidas.
Otra repercusión de que la Guardia Nacional no esté trabajando de manera cabal es que el modelo empieza a recibir descalificaciones por la sociedad ajena a la grilla y, peor aún, de los sectores politizados.
Obvio que el programa táctico de la Guardia Nacional no ha de ser público, pero el cumplimiento del número de efectivos puede ser percibido por la sociedad misma, y si apenas se les ve, muestra debilidad.
ANTE LA escalada de violencia en Morelos, entonces, no es cosa menor la demanda de más uniformados antes de diciembre, aunque si se observa el nivel de criminalidad en otras 5 entidades, la prioridad es allá…
Por: E. zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1