TRANQUILOS, lo que se dice tranquilos, no podrán estar dos-tres personajes de la Universidad Autónoma de Morelos, al avivarse el tema de la “Estafa Maestra” (Sedesol, Sedatu y universidades públicas).
Alias, como que ya empieza a sentirse la lumbre en los aparejos de quienes en Morelos operaron directa o indirectamente la triangulación de contratos de servicios y bienes con etiqueta de multimillonario fraude.
Sí, este asunto puede quemar al ex rector Alejandro Vera Jiménez, entre otros, en cuya gestión se pudo dar el modus operandi que hoy tiene tras las rejas a algunos personajes como un ex rector de Hidalgo.
COMO de novela, que Juan de Dios Nochebuena, ex rector de la Universidad Politécnica Francisco I. Madero, de Hidalgo, “cantara” en el Reclusorio Norte que él no fue por los contratos, se los mandaron.
Y en automático surge el enigma: ¿el o los “jorocones” de la UAEM fueron a la Ciudad de México a firmar los contratos o también se los hicieron llegar, a Cuernavaca? ¿Seguros que tampoco fueron antes?
Es decir ¿el que fuera rector podría decir que nunca estuvo con un mando de segundo o tercer nivel de la Sedesol en la CDMX para hablar la probabilidad de entrarle a los “business” que luego fueron triangulados?
LA cosa se pone más tipo “The XFiles” cuando se conoce que en el caso de la universidad hidalguense con la Sedatu desaparecieron los convenios mediante los cuales se habrían cometido las trapacerías.
Por más que policías ministeriales federales buscaron los papelitos, no los encontraron, si acaso mismos números pero diferentes contratos, cosa que en una de esas pasó igual en lo relativo a la UAEM con Sedesol.
Pero no, si en aquellas dependencias donde campeó Rosario Robles se pudieron perder los papelitos, seguramente en la UAEM se debe tener a buen resguardo qué diablos se firmó, a favor de quién y en qué condición.
LO que en otras palabras se dijo por acá a manera de deslinde fue: yo sólo pasé de mano en mano los contratos, de Sedesol al subcontratista, y no revisé los trabajos, pero me quedé con unos cuantos millones. Habrá más.
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1