Osmar Rumanof se ha convertido en uno de los mayores exponentes del Jiu-Jitsu de Morelos y de México

Cuernavaca.- Un campeón morelense. A base de disciplina, esfuerzo y resiliencia, el joven morelense Osmar Rumanof Hernández Olalde, de 19 años, se ha convertido en uno de los mayores exponentes del Jiu-Jitsu de Morelos y de México, acumulando títulos en distintos países y ganándose un lugar entre los atletas más prometedores de este deporte. Formado bajo la guía de sus entrenadores Demian Balderrama y Martín González, y compitiendo en la categoría de -76 kg, Osmar ya presume un gran palmarés: campeón del São Paulo Open, del ADCC avanzados, del absoluto ESL México, de la Liga BJJ en Guatemala, del Nacional FEMEX y del prestigioso Abu Dhabi Championship. Con el respaldo de patrocinadores, Osmar continúa su preparación con miras a conquistar nuevos escenarios. “Para mí el Jiu-Jitsu es disciplina, esfuerzo, resiliencia y coraje; es mi trabajo y siempre doy el 100% como atleta de alto rendimiento”, declaró para Diario de Morelos. Su historia comenzó a los 9 años, cuando su padre lo motivó a practicar artes marciales y lo inscribió en Jiu-Jitsu. Desde entonces, la pasión se convirtió en camino de vida. “Mi mayor motivación es ser el exponente número uno en México y estar entre los mejores del mundo. Quiero inspirar a los jóvenes y demostrar que en nuestro país hay nivel, sólo necesitamos el apoyo de la comunidad y la federación”, expresó. El atleta originario de Cuernavaca tiene claras sus metas: competir en Estados Unidos, elevar su nivel y enfocarse en torneos internacionales, con la mira puesta en el torneo europeo en Italia y cerrar el año en el Mundial de Jiu-Jitsu. Para Osmar, las medallas son importantes, pero no lo único. “La mayor experiencia son las horas en el tatami, la preparación, la mentalidad y la resiliencia que he ejercido durante mi camino”, aseguró. Su sueño más grande es convertirse en campeón mundial y subir a los podios más importantes de la IBJJF y el ADCC. Desde Cuernavaca para el planeta, este joven morelense ya no solo compite: inspira, representa y demuestra que los sueños pueden levantarse a pulso y con corazón