Hay que aprender a salir limpio de los asuntos sucios 
y, si es preciso, a lavarse con agua sucia.

Jesús Reyes Heroles,  ideólogo priista veracruzano. 

En los oscuros anales del ejercicio público de Cuernavaca y Temixco, principalmente, quedarán registradas “per saecula saeculorum” pestilentes maniobras como las protagonizadas por el orgullosamente priista César Aquiles Cruz Ortiz.

El oriundo de Temixco tiene justificadamente ganado el espacio en las Historias de Terror por episodios como los popularmente conocidos como “El Mapachegate” y “El Metanolazo”, amén de otros varios.

Del primero de ellos, sobran registros que datan de inicios del año 2010, cuando César ya apestaba en la Oficialía Mayor del Ayuntamiento de Cuernavaca, y gestaba operativos electorales para el PRI en Veracruz.

Venía la elección del 4 de julio de ese año, que arrojaría como gobernador a Javier Duarte de Ochoa, cuando coincidentemente entre 440 y 492 personas fueron llevadas a Veracruz, so pretexto de un mitin, para registrarse como residentes ante el entonces Instituto Federal Electoral. Obvia la intención del fraude electoral.

“El Mapachegate” Morelos-Veracruz fue coordinado de César Cruz a través de la titular de la Delegación Lázaro Cárdenas de Cuernavaca, María Asunción Díaz Flores, y a la postre abandonaron a varios de sus “mapaches” en el municipio de Álamo Temapache (tal cual) y unos tres fueron detenidos por policías.

“A todo el Ayuntamiento se le señala, incluyéndolo a él, porque pertenecía al ayuntamiento, en febrero de 2010, cuando los engañaron y se los llevaron (a Boca del Río), en ese momento el señor todavía estaba en el ayuntamiento.

“Él operó junto con la señora Asunción Díaz y junto con Erik, nos consta”, le reclamó una turba enardecida a Cruz Ortiz al acorralarlo en junio de 2011 en Chipitlán. (Ver en Youtube: “Acusa César Cruz de mapache a Garrigos”).

Como de costumbre en situaciones de apremio, César salvó el pellejo poniendo a otros: “Yo ni los contraté, ni los llevé, ni les pagué. Ellos tienen que irse contra quienes lo hicieron; ellos señalan a Erick y a Manuel y a otras gentes”.

 

OMISO EN “EL METANOLAZO”  

La de “El Metanolazo” es una historia de auténtico terror, en la que se vio involucrado César Cruz como alcalde de Temixco en 1994 y que, en referencias conservadoras, costó la vista a unas 49 personas y daños a la salud de unas 70 más.
El funcionamiento de destilerías clandestinas de alcohol es histórico y en aquel diciembre la de la calle Virginia Fábregas, en la colonia Presidentes, lo corroboraba.
A saber, para la fabricación del mezcal “Chichihualco” fueron traídos del Estado de México tambos de lo que en el ámbito industrial es conocido como alcohol de madera, sustancia que sirve como anticongelante, disolvente y combustible.
Provocada la muerte o ceguera de muchos consumidores, la responsabilidad recayó en César Cruz por negligencia, así como de tres colaboradores y tres fabricantes de la bebida.
Al alcalde se le removió del cargo entrado 1995 y recibió un castigo de inhabilitación para cualquier cargo público por ocho años, que luego le fue reducido a seis, aunque el aparato priista el gobierno lo mantuvo extraoficialmente en otros cargos públicos.

AVE DE LAS TEMPESTADES

César Aquiles Cruz Ortiz se ha visto involucrado en varias historias más entre lo privado y lo público, un escape de El Madrigal y al menos dos plagios (en uno lo dejaron “en cueros” y sin auto de lujo), lo que lo dibuja de cuerpo entero y próximamente será motivo de nuevo abordamiento.

Por: El Santo Oficio / santo.oficio@diariodemorelos.com

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