Un niño de ocho años en Malasia sufrió una pérdida de visión irreversible debido a una dieta limitada exclusivamente a nuggets, salchichas y galletas, lo que derivó en una deficiencia extrema de vitamina A.
El caso salió a la luz cuando, durante una clase en Kuala Lumpur, el menor exclamó: “Maestro, ¿por qué no puedo ver nada?”. Fue trasladado de inmediato al hospital, donde especialistas confirmaron un daño severo en sus nervios ópticos por la falta prolongada de este nutriente esencial.
El impacto de la falta de vitamina A
La vitamina A es clave para la producción de rodopsina, una proteína que permite la visión en condiciones de poca luz. Sin suficiente cantidad, el ojo puede desarrollar atrofia óptica, causando una pérdida de visión permanente.
La doctora Erna Nadia, reconocida en Malasia, compartió el caso en redes sociales, advirtiendo sobre los riesgos de una dieta pobre en nutrientes. También instó a los padres a estar atentos a síntomas como ojos secos, visión nocturna deficiente y baja producción de lágrimas.
Un problema en aumento
Según datos médicos, hasta 1 de cada 100 niños podría padecer deficiencia de vitamina A, mientras que un 70% de menores de 11 años tiene bajos niveles de vitamina D. También se ha registrado un aumento de escorbuto, enfermedad causada por la falta de vitamina C, incluso en países desarrollados.
Los especialistas enfatizan la importancia de una alimentación variada y equilibrada, recomendando que ante restricciones alimentarias severas o rechazo persistente a ciertos alimentos, las familias busquen asesoría médica o nutricional para evitar daños irreversibles en la salud de los niños.