La madrugada de este martes 1 de julio de 2025, un incendio en una vivienda de Uyuni, Potosí, Bolivia, dejó un saldo trágico: un niño de 4 años perdió la vida calcinado, mientras su madre, Nicolasa Miranda, fue encontrada en estado de ebriedad sosteniendo el cuerpo del menor. El hecho ha conmocionado a la comunidad y generado cuestionamientos sobre la protección de menores en situaciones de vulnerabilidad.

Por qué se dio el incidente

El incendio tuvo lugar en la calle 15, entre Cabrera, en la zona 11 de julio de Uyuni, un área residencial de la provincia. Según reportes de vecinos, la madre había salido a beber, dejando al niño solo en la casa. Dos hermanos del menor, de 9 y 11 años, lograron escapar del fuego, pero el niño no pudo salir de su habitación, donde el fuego lo consumió completamente. Los bomberos y la Policía llegaron al lugar tras el alerta de los vecinos, quienes intentaron apagar las llamas desesperadamente, pero la falta de agua impidió el rescate a tiempo. El director de Bomberos, Cnl. Marco Enríquez, detalló en declaraciones a la prensa: “Al llamado de vecinos, se evidenció que en el domicilio se había producido un incendio donde lamentablemente perdió la vida un menor de 4 años. Se encontró a la madre con el pequeño e brazos”.

La escena fue descrita como estremecedora: el cuerpo del niño estaba completamente carbonizado, y la madre, visiblemente bajo los efectos del alcohol, fue encontrada sosteniendo el cuerpo sin vida.

Investigación en curso

La Policía Fronteriza de Uyuni, bajo el mando del coronel Carlos Santander, confirmó el incidente y señaló que se investiga la causa del fuego, con una hipótesis preliminar de un cortocircuito. Sin embargo, el caso ha tomado un giro policial, ya que Nicolasa Miranda fue aprehendida y está siendo investigada por el Ministerio Público para determinar si hubo negligencia o incluso participación dolosa.

Personal de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia intervino de inmediato, rescatando a los dos hermanos del menor fallecido, quienes dormían en otra habitación y no resultaron heridos. Las autoridades buscan establecer las circunstancias exactas que llevaron al trágico desenlace, incluyendo el estado de la vivienda y las condiciones de seguridad.

Reacciones de la comunidad

La tragedia ha generado una fuerte reacción en la comunidad de Uyuni. Vecinos expresaron su indignación y dolor, demandando justicia y mayor protección para los menores en situaciones de riesgo. “No es posible que un niño pierda la vida por la negligencia de un adulto. Exigimos que se haga algo para evitar que esto vuelva a pasar”, señaló un residente local.

Contexto y reflexiones

Este incidente pone en relieve la vulnerabilidad de los menores en hogares donde el cuidado parental es deficiente, especialmente en contextos de consumo de alcohol. Aunque no se han reportado casos similares recientes en la zona, la comunidad y las autoridades han iniciado un debate sobre la necesidad de programas de prevención y apoyo a familias en riesgo.

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