Francia.- Se acabó París 2024, pero inició el conteo para los nuevos Juegos Olímpicos que serán en Los Ángeles 2028.
Fue en el Jardín de las Tullerías donde comenzó la Ceremonia de Clausura de París 2024, ahí, León Marchand, nadador de 22 años apagó el pebetero y se redujo el fuego olímpico a una pequeña flama que quedará resguardada en una lámpara por cuatro años, hasta que la antorcha se encienda de nuevo previo a Los Ángeles 2028.
La ceremonia llegó al Stade de France, donde poco después del ingreso de los y las deportistas, así como el reconocimiento a los voluntarios, las luces se apagaron y descendió desde el cielo un Viajero Dorado.
A cargo de Thomas Jolly, la secuencia representó un futuro distópico, en el cual no quedan vestigios de los Juegos Olímpicos hasta que el Viajero los redescubre.
Con la misión de reestablecer el ideal del olimpismo, el Viajero Dorado pudo recomponer los cinco aros. Fue un espectáculo de luz, música y movimiento para mandar un mensaje claro: mientras haya libertad y esperanza, el espíritu olímpico no podrá desaparecer.
La banda de indie rock Phoenix y DJ Kavinsky pusieron de nuevo el ambiente de fiesta, antes de dar paso a la ceremonia protocolaria en la que el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, hicieron entrega de la bandera olímpica a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, que salió acompañada de Simone Biles.
Fue el turno de Tom Cruise de tomar la bandera y, al estilo de Misión Imposible, llevarla hasta Los Ángeles donde -luego de algunos relevos- la recibieron la banda de California, Red Hot Chilli Peppers, la cantante Billy Ellish y los raperos Dr. Dre y Snoop Dogg.
Luego, la ceremonia regresó a Saint-Denis, donde Thomas Bach, León Marchand y los deportistas soplaron la llama olímpica, que se extingue, pero deja su espíritu de olimpismo ardiendo en el corazón de todos los atletas.
