Las clasificaciones que generan discriminación entre los géneros comienzan desde la niñez, un juguete neutro hará más libre a los niños y niñas.
Esta navidad cuestiónate antes de regalar un juguete si este contribuye a que el niño o niña tenga una diversión libre de estereotipos, que conllevará a un respeto y equidad.
Una niñez que condiciona su futuro, los niños y niñas han sido categorizados por la industria para la comercialización de juguete sin tomar en cuenta las repercusiones que esto podría tener, pues se establecen las perspectivas que deben tener, condiciones de desigualdad, propuestas y recomendaciones de políticas públicas.
A través de los mensajes de juguetes a las niñas se les asigna un rol dentro de la sociedad, con anuncios dirigidos hacia los cuidados de ámbito doméstico. La industria sexista a veces no es fácil de distinguir, incluso podría ser que el menor en realidad si les gusten es tipo de juguetes, prohibir entonces no sería lo adecuado.
“el porcentaje de familias que afirman sí tener problemas para encontrar juguetes no sexistas ha disminuido de un 31% en 2016 a un 17% en 2019”, indicó Pablo Busó de la Asociación de Investigación de la Industria del Juguete.
¿Cuáles son los juguetes sexistas?
Es común ver un juguete que se encuentre dos colores, siempre rosa o azul, clasificando al género femenino del masculino.
Fijarse en los mensajes que llevan estos también es importante, pues presentan ideas sexistas para distinguir un genero del otro, por ejemplo para las niñas los juguetes llevan nombres con diminutivos como “casita”, “comiditas”, “sillita”, etc. Mientras para los niños los juguetes llevaran adjetivos en superlativo “súper”, “mega”, “hyper”….
Actualmente, el rechazar el marketing de hipergénero es más frecuente, incluso con algunas empresas que se han sumado con acciones como dejar de etiquetar juguetes para niños o niños.
Aunque se trate de un muñeco sin vida, los juguetes promueven diferentes habilidades que se esperan de los infantes, por un lado, encasillan a las niñas a labores del hogar, mientras a los niños los llaman a la acción.
“Todo lo que se comercializaba hacia las niñas se trataba de ser bonita", afirmó Elizabeth Sweet, profesora asistente de sociología en la Universidad Estatal de San José.
La famosa empresa LEGO realizó una investigación con la que determinaron que las niñas tenían seis veces más probabilidades que los niños de imaginar que los científicos y atletas eran hombres que mujeres. Por su parte los padres de ambos sexos tenían cuatro veces más probabilidades de alentar a los niños a jugar con juegos de computadora o deportes, y cinco veces más probabilidades de alentar a las niñas a bailar y disfrazarse.
