CUERNAVACA, MORELOS.- “Este día el mal anda suelto por la noche”, por eso se pone la cruz de pericón en las puertas de los domicilios de los católicos en Morelos.

Así es la creencia de muchos y tradición ancestral con la flor amarilla, varas color café y hojas verdes, en forma de crucifijo.

Suele llevarse a bendecir esta cruz para la conmemoración cada 29 de septiembre de San Miguel Arcángel, “líder de los Ángeles y comandante del Ejército de Dios, quien peleó en contra del demonio y lo derrotó condenándolo al fuego eterno del infierno”.

La tradición está muy viva y más en Acapantzingo, Cuernavaca, con la celebración a su santo patrono San Miguel Arcángel.

Aparte, en la iglesia de Tepetates, Pedro Doroteo y su hijo Jesús, con su pequeña hija, oriundos del pueblo de Tlamacazapa, Taxco, llegan para vender el pericón que recogieron temprano para traerlo a Cuernavaca, y ofrecerlo en cruces de 15 pesos o 10 el ramillete. 

Tradición. Pedro y su familia vienen de un pueblito de Taxco a vender flor de pericón.

Por: LUIS FLORES / local@diariodemorelos.com

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