El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, lamentó que en la actualidad la sociedad padece lepra que se traduce como materialismo, egoísmo, corrupción y muchos otros males.
Ayer, en su mensaje dominical, Monseñor Ramón Castro Castro, aseguró que nuestra carne está enferma y podrida, “no de lepra, pero sí de las enfermedades que hoy tenemos como materialismo, individualismo, relativismo, lujuria y tan otros males que bien conocemos. Además, el corazón siempre se inclina al egoísmo, al orgullo, soberbia y pereza”.
Señaló que cada persona sabe qué tipo de lepra puede tener, en mayor o menor medida, pero consideró que el mal puede alejarse del ser humano, siempre y cuando lo pida con fe a Dios, “por qué no vamos y nos ponemos de rodillas ante Jesús sacramentado y le pedimos que nos cure”.
Monseñor Ramón Castro aseguró que la llaga para llegar a Dios es la humildad, para poder vivir libre y tranquilamente, “qué triste aquellos que tienen su conciencia sucia, como las personas corruptas que no duermen tranquilas porque saben que están podridas en una parte de su corazón. Los narcotraficantes que asesinan no duermen tranquilos porque provocan dolor en la gente”.
Invitó a la feligresía a pedir a Dios luz en los momentos de oscuridad o cuando se pierde la esperanza, “para ser mendigos del amor de Dios necesitamos de pedir claridad para sanar y no ser esclavos de nuestras lepras, porque muchas veces somos incapaces de reconocer las afecciones internas que tenemos, como las enfermedades del alma y del corazón, las cuales nos impide estar en armonía con los que nos rodean y con Dios”.
Marcela García / marcela.garcia@diariodemorelos.com