La NASA ha iniciado un ambicioso impulso para construir un reactor nuclear en la superficie lunar, como parte de su estrategia para establecer una presencia humana permanente en la Luna bajo el programa Artemis. La prioridad es desarrollar un sistema de energía nuclear de fisión con una potencia mínima de 100 kilovatios, con fecha límite para ser instalado antes del año 2030.
El anuncio se produjo mediante una directiva del administrador interino de la agencia, Sean Duffy —también secretario de Transporte—, con el objetivo de que la NASA lance una convocatoria a la industria privada en los próximos meses. Nuevos diseños deberán estar listos en un plazo máximo de 60 días, y se nombrará a un director responsable del programa. Este reactor forma parte de una estrategia más amplia orientada a consolidar la supremacía estadounidense ante los avances espaciales de China y Rusia.
Esta iniciativa se basa en las tecnologías del Proyecto Fission Surface Power (FSP), en desarrollo desde 2020, que contemplaba un reactor de 40 kW para soportar operaciones lunares. La nueva meta duplica la potencia prevista inicialmente, ampliando su capacidad para alimentar bases lunares, sistemas de soporte vital, comunicaciones y maquinaria científica. Los tres primeros contratos se asignaron en 2022 a empresas como Lockheed Martin, Westinghouse y JoyX Energy, designadas para diseñar prototipos capaces de operar por una década.
La razón principal para apostar por energía nuclear es la larga noche lunar, que puede durar hasta dos semanas terrestres sin luz solar. Esta condición hace inviable la dependencia exclusivamente de paneles solares, especialmente en ubicaciones estratégicas como el polo sur lunar, donde algunas zonas permanecen en sombra perpetua. El reactor ofrecería energía continua sin importar la oscuridad.
Además de su función técnica, el reactor podría conferir beneficios geopolíticos. La directiva prevé que la nación que desplegue el primer reactor podría declarar una “zona de exclusión”, limitando el acceso de otras potencias a esas regiones lunares clave. Esto se interpreta como un paso estratégico para reforzar la posición de Estados Unidos frente a proyectos cooperativos entre China y Rusia.
El plan ya tiene importantes implicaciones financieras. Empresas industriales como BWX Technologies han visto un fuerte repunte en el valor de sus acciones—más del 18 % en un día—tras posicionarse como candidatos para proveer componentes clave del reactor. Otras firmas como Oklo, NuScale Power y Nano Nuclear Energy también reportaron beneficios derivados del anuncio.
Pese al entusiasmo, el proyecto enfrenta dudas por las recientes reducciones presupuestales a la agencia. El presupuesto del año fiscal 2026 contempla recortes considerables a programas científicos, además de ajustes organizacionales que afectarán la plantilla de empleados. Críticos advierten que estas restricciones podrían comprometer la viabilidad del cronograma establecido.
Estados Unidos está acelerando su plan lunar con tecnología nuclear como pilar energético para futuras colonias y misiones interplanetarias. Aunque ambicioso y estratégico, el programa exige coordinación técnica, supervisión internacional y claros protocolos de seguridad para operar un reactor en un entorno tan exigente como el lunar.

 

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp