Observar el cielo nocturno y admirar la majestuosidad de la Luna es una experiencia común para muchos, pero lo que sucede a cientos de kilómetros de distancia es un misterio para la mayoría. Recientes hallazgos de la NASA revelan que la Luna está experimentando un fenómeno sorprendente: se está encogiendo, lo que podría tener consecuencias desastrosas para futuras misiones espaciales destinadas a explorarla.
Según los expertos de la NASA, este fenómeno se debe al gradual enfriamiento del núcleo metálico de la Luna, lo que está causando la contracción de su superficie y la formación de grietas. Estas grietas, junto con los temblores sísmicos conocidos como "terremotos lunares", representan un riesgo significativo para las futuras misiones espaciales, incluida la misión Artemis de la NASA, que busca llevar a astronautas de regreso a la Luna.
Un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de Maryland advierte sobre el peligro potencial de deslizamientos de tierra causados por estos terremotos lunares, lo que podría poner en riesgo la seguridad de los astronautas y la infraestructura de las futuras bases lunares.
La contracción gradual de la Luna, que ha estado ocurriendo durante los últimos 4.400 millones de años, ha llevado a una notable deformación en su superficie, especialmente en la región polar sur, donde está previsto que aterricen las próximas misiones humanas. Esto plantea desafíos significativos para el establecimiento de campamentos base y la construcción de infraestructura en la Luna.
La NASA planea continuar monitoreando la actividad sísmica lunar y mapeando la superficie lunar para identificar áreas de alto riesgo para la exploración humana, con la esperanza de mitigar los peligros potenciales y garantizar la seguridad de futuras misiones.