A sus 19 años, Ella Pick recibió un golpe devastador: los síntomas que atribuyó a una resaca resultaron ser señales de un tumor cerebral inoperable, con un pronóstico de vida de pocos meses.
La joven compartió su relato con el diario The Sun, recordando unas vacaciones llenas de alegría al principio. "Al principio todo estaba bien", dijo, pero luego empezó a sentirse fuera de lugar, incapaz de seguir el ritmo de sus amigos con las bebidas alcohólicas.
Inicialmente, Ella pensó que era una simple resaca, pero al regresar a casa, su salud mejoró temporalmente. Sin embargo, semanas después, las migrañas intensas y la presión en su cabeza se convirtieron en algo más alarmante, especialmente cuando notó que uno de sus ojos se desviaba.
Una visita al oftalmólogo desencadenó una cadena de eventos que llevaron al diagnóstico de un glioma difuso de la línea media, un tumor incurable en su tronco cerebral. Con un impactante giro del destino, se encontró enfrentando una realidad implacable: le quedaba poco tiempo de vida.
A pesar del golpe devastador, Ella encontró fuerzas para seguir adelante. Aunque los médicos no pudieron dar una estimación precisa de cuánto tiempo le quedaba, decidió centrarse en disfrutar al máximo el tiempo con sus seres queridos. Renunció a una entrevista para su trabajo soñado como tripulante de cabina en British Airways, optando por crear recuerdos significativos con su familia y amigos.
La confusión de Ella sobre los síntomas no es sorprendente dada la naturaleza engañosa de los gliomas de línea media. Los síntomas, que incluyen dolores de cabeza intensos, cambios en la visión y náuseas, pueden confundirse fácilmente con los efectos de la resaca. Sin embargo, esta trágica historia destaca la importancia de prestar atención a los signos que podrían ser más que simples malestares pasajeros