Un estudio reciente reveló que el 40% de la “generación z” prefiere consultar información en TikTok o Instagram, si llegan a tener problemas de salud ya que lo asocian con lo que un influencer cuenta en sus videos y tienden a autodiagnosticarse.
Gracias a las redes sociales y su influencia en la sociedad, los jóvenes pacientes creen menos en los médicos, es decir, los especialistas están perdiendo credibilidad.
Como todos sabemos, TikTok es la red social de moda, lamentablemente afecta a la salud mental, principalmente en los jóvenes que son los que más consumen esta red social.
Se tiende a asociar lo que siente con cualquier video de menos de 1 minuto, según el estudio, los jóvenes saben si tienen depresión, ansiedad, estrés, problemas de peso, etc. al ver un clip ya que son temas que están diario en el ranking de búsquedas; es preocupante el hacer caso a cualquier persona que acudir con alguien profesional debido a que se puede tratar de problemas severos y realmente no se está tratando.
A pesar de que TikTok tenga restricciones para subir algún tipo de contenido, ha sido prohibido en algunos países, considerando que es una herramienta sumamente peligrosa para las próximas generaciones.
Existe una latente comparación entre las figuras públicas/creadores de contenido y personas que lo consumen, gracias a eso hoy en día hay una tasa severa de suicidios.
Es esencial replantearse si aporta algo bueno lo que consumen los jóvenes diariamente.