CUERNAVACA, MORELOS.- Durante 2019, la Unidad Cibernética de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) colaboró en la investigación de 71 casos de probable delito cibernético denunciados ante el Ministerio Público, pero ninguno de los asuntos denunciados estuvo relacionado con nuevas modalidades de delitos sexuales a través de medios electrónicos.
Lo anterior, a pesar de que en los últimos años, de acuerdo con cifras oficiales, el crecimiento del acoso sexual cibernético ha sido proporcional al aumento del acceso de la población al internet y a los teléfonos celulares.
A través de una solicitud de acceso a información pública, la Unidad Cibernética de la CES precisó que de las 71 carpetas de investigación en las que colaboró, ninguna fue iniciada de forma específica por sextorsión, hacking o fraude por comercio electrónico.
No detalló cuál fue el motivo puntual que originó el inicio de las carpetas de investigación, pero aseguró que en todas se entregaron informes de resultados sobre datos requeridos por el Ministerio Público, y fueron concluidas.
De la estadística proporcionada por la CES infiere que en 2019, la Fiscalía General inició un promedio de sólo seis denuncias por mes, entre una población de casi dos millones de habitantes, de los cuales, más del 30 por ciento se ubica entre 15 y 29 años de edad, y son los más susceptible de ser víctimas de un delito sexual a través de medios electrónicos, por la relación que guardan con ellos.
Pero el dato oficial sobre el número de denuncias atendidas parece que no guarda relación con el incremento de casos de violencia sexual a través de redes sociales, con el uso del internet, que las diferentes asociaciones civiles y actores políticos denuncian reiteradamente.
Tan solo el Consejo Ciudadano de Seguridad alertó recientemente a la población sobre el aumento que registró el envío de mensajes de contenido sexual, erótico e incluso pornográfico, entre estudiantes de secundaria y primaria (quinto y sexto grado).
Las autoridades advierten que la población desconoce que puede incurrir en un delito cuando divulga ese material sin consentimiento de la persona que aparece en el mismo.
Pero por el mismo desconocimiento de la configuración de un delito, la mayoría no presenta una denuncia, como revelan las estadísticas oficiales.
ANTONIETA SÁNCHEZ
antonieta.sanchez@diariodemorelos.com