El 10 de abril de 1970, Paul McCartney sorprendió al mundo al dejar The Beatles, disolviendo así la banda más grande de todos los tiempos.
Los comentarios de la época anunciaban que acababa de terminar una era; tras años de conflictos internos, The Beatles, la banda más influyente del siglo XX –y probablemente, de la historia- se despedía tras marcar un antes y un después en la industria musical.
El grupo tuvo una carrera relativamente corta, considerando toda la innovación y trascendencia que representaron en el panorama musical; a pesar de ello, marcaron una década gracias a su mensaje de rebeldía, su estética, y su música, que fue pionera de muchos aspectos melódicos de la actualidad.
Aunque Ringo Starr y George Harrison habían dejado al grupo en algún momento, habían vuelto, pero, tras el lanzamiento de su último disco, Abbey Road, y de su último sencillo, Let It Be, Paul McCartney anunció la impactante decisión de abandonar el grupo.
John Lennon, precursor de la banda, acusó a McCartney de un profundo individualismo, en medio de su relación con Yoko Ono, que es percibida por muchos como uno de los motivos que dieron pie a la separación de la banda.
Paul, por su parte, declaró años después que fue John quien quiso salir del proyecto en un principio, y que la relación entre ambos se había vuelto delicada, por lo que ya no eran compatibles.
Además de todo esto, el fallecimiento de Brian Epstein, manager durante gran parte de la trayectoria de The Beatles, fue un factor fundamental para que el mal temperamento apareciera entre los integrantes del grupo, pues él fungía como mediador en varias discusiones dentro de la banda.