Con Miguel Ángel nos conocimos desde niños, a lo largo de su vida fue una persona reservada. Llegó a ser un personaje muy estimado y reconocido, ser humano honesto, trabajador, sencillo, virtuoso en el arte-objeto, acuarelista. Padre amante de sus queridas hijas y nietos. Miguel Ángel, proviene de una familia de artistas, su padre fue el reconocido acuarelista Rafael Betanzos. Durante una década coincidimos en el Consejo de Cronistas de Cuernavaca. Como investigador, se especializó en temas de la Catedral donde reveló el significado de la iconografía de la bóveda del bautisterio y sus columnas. Se hizo experto en la cosmovisión de los antiguos pobladores de Xochicalco. Descubrió que el trazo astronómico de la antigua Cuauhnáhuac se hizo tomando en cuenta el Eje del Equinoccio de Primavera lo que fue avalado por el INEGI.
Pero qué mejor que el Antropólogo Víctor Hugo Valencia Valera, Director del INAH-Morelos para hablar de esos temas. Aquí reproduzco sus palabras para Miguel Ángel:
“Al Arq. Miguel Ángel Betanzos Castillo, un amigo de la vida, lo conocí desde el año 1998, pero tuve un trato más directo a partir del 2012 hasta unos días antes de su recién inesperado fallecimiento.
El reencuentro con Miguel Ángel Betanzos fue en el 2012 en las reuniones del Consejo de Cronistas de Cuernavaca que hacían en esos años en espacios del antiguo “Hotel Moctezuma” y en donde su participación fue siempre propositiva y con el ánimo de un profesional y un eterno promotor para conocer su ciudad de Cuernavaca.
Con Miguel Ángel, mi amigo, recorrí muchas veces la Catedral de Cuernavaca por el gusto de escucharlo y porque era un incansable investigador de los detalles arquitectónicos que tiene y guarda ese inmueble religioso e histórico y que él supo encontrar en este inmueble la referencia de registros de la cosmogonía indígena, ubicados en el discurso de la iconografía cristiana que se ubican en la bóveda del acceso frontal de la Catedral y que los explicaba con una especial pasión como buen arquitecto y mejor investigador de este conjunto monacal y arquitectónico, que fue su refugio y espacio al que le brindó muchas horas y días de su vida que solo a él le satisfacía vivirlo y mucho mejor explicarlo.
Con el Arq. Miguel Ángel encontré muchas preguntas y mejores y claras respuestas, especialmente a la razón de ser y detalles de las “cruces atriales” que se ubican en los atrios de templos y ex–conventos que datan su construcción en el siglo XVI, y nadie mejor que él para explicar toda la manufactura y detalles iconográficos y religiosos de la cruz atrial que se ubica en el atrio del Templo y Ex -convento de Cuernavaca y hoy Catedral.
Su interés por la iconografía cristiana particularmente en lo que se refiere a las cruces atriales del siglo XVI, lo llevó a realizar un minucioso registro y catálogo de todas y cada una de las existentes y que aún se ubican en espacios religioso especialmente de esta ciudad de Cuernavaca, y que tuve el gusto de conocer a detalle por su enorme compromiso por socializar y compartir sus investigaciones y hallazgos académicos, particularmente en estos bienes muebles históricos como también de templos y ex–conventos de los siglos XVI y XVII.
Pero el Arq. Miguel Ángel, no solo dedicó parte de su vida a investigar la arquitectura histórica-religiosa y su iconografía, también tenía un especial interés por la cosmogonía indígena y los asentamientos prehispánicos, en especial en su querida Cuauhnáhuac y sus nexos con Xochicalco y los asentamientos primigenios de toda la Cuauhnáhuac que él la vivió intensamente como la explicaba y disertaba cuando tenía públicos que se animaban al escucharlo y acudir a sus tertulias históricas ya fuera en recintos académicos e incluso en torno a mesas de cafés de esta su querida ciudad de Cuernavaca.
Hoy me permito estas modestas letras como si aún estuviera platicando con el Arq. Betanzos como lo hicimos muchas veces, en donde pensamos y planeamos proyectos para hacer extensivos esas ideas y planteamientos que logró plasmar en textos, folletos y diversidad de maneras, solo por el gusto de compartir el conocimiento de la historia de su querida Cuernavaca.
De manera intempestiva se fue de esta vida terrenal el entrañable amigo, el profesional de la arquitectura, el nato artista plástico, el promotor cultural que disfrutaba compartir sus investigaciones y conocimientos sin nada a cambio, que logró en muchos años de su fructífera vida. Por todo ello, hago propio y como reconocimiento al gusto y la amistad que me unió al Arq. Miguel Ángel Betanzos, un fragmento del poeta Hugo Gutiérrez Vega: “La vida sigue sin ti hermano, pero ya no es la misma ni lo será ya nunca para los que te amamos. Nos hemos quedado con lo que nos dijiste. Gracias por tus asombros, por esa diminuta certeza de alegría que a todos repartiste. Hablaremos de ti como se habla de esos ausentes dones que un día nos da la tierra y que nos quita con su inocente furia al día siguiente”. Gracias por el gusto y orgullo de tu amistad, querido Arq. Miguel Ángel Betanzos Castillo.”
QEPD.
Entrevista; https://www.youtube.com/watch?v=hB3ygBBLiaU
¡Hasta la próxima!
Por: Carlos Lavín Figueroa
