Continuamos y concluimos;
El Plan de Ayala, es un código agrario, un conjunto de normas y preceptos, fue redactado por Salustio Carrasco, documento sustentado en los derechos sobre tierras y aguas que lo hacen único en su género, en él, se califica al presidente Madero de inepto y traidor a los revolucionarios que lo ayudaron con su sangre a llegar a la presidencia llamándolos bandidos y rebeldes; lo señala de no cumplirles sus promesas y lo desconoce como presidente.
A petición del Plan, Madero destituye al General guerrerense Ambrosio Figueroa -antes aliado y después enemigo de Zapata- como gobernador de Morelos, lo llama a Palacio Nacional, pero lo nombra Jefe Militar de Iguala donde vivía Carrasco, con “una importante comisión”. A unos días de llegar Ambrosio, por la noche, detuvo a Carrasco y en la madrugada, sin juicio alguno es vilmente asesinado de un balazo de máuser en la cabeza y destrozándosela a culatazos. Figueroa envía una carta a Madero informándole de la ejecución, y Madero le contesta en otra; “…nunca he dudado de su lealtad… esperamos terminar con Zapata…”. De su asesinato, se levantaron actas posteriores dando otras razones para no involucrar al presidente, pero solo ante las protestas de la población y de distinguidos guerrerenses que fueron a Palacio Nacional a protestar ante Madero ese acto cobarde, la nota periodística de primera plana fue; “La comisión fue recibida de inmediato, pero salió desilusionada por el frio trato que les dio el presidente”. El asesinato fue noticia en periódicos nacionales durante varias semanas.
El Plan lo envió Carrasco a Montaño -quien se lo había solicitado- fue interceptado por un retén zapatista en Buena Vista de Cuellar y entregado directamente a Zapata, “gustándole al caudillo de sobre manera” dijo su sobrino Maurilio, quien era jefe de su Estado Mayor, el caudillo se lo entregó a Montaño, para transcribirlo adecuándolo a las circunstancias del momento –de ahí los errores gramaticales- ya que fue promulgado dos meses después de su redacción en espera de un acuerdo con el presidente; Montaño fue quien lo leyó en la proclama del 28 noviembre de 1911, así, la rústica tropa le atribuyó su autoría.
La autoría del Plan, fue narrada en 1947 por el testigo presencial Magdaleno Pérez Cortés, ayudante del capitán Ávila Díaz, a mi querido amigo Don Andrés López Velasco -QEPD- respetado presidente vitalicio de la Asociación Nacional de Cronistas; líder estudiantil y lugarteniente del guerrillero Genaro Vázquez Rojas. De Don Andrés, conservo su testimonio grabado en video, además de su extenso libro hecho en poemas “Génesis del Plan de Ayala”.
Montaño, maestro y compadre muy apreciado por Zapata, previo juicio autorizado por el mismo caudillo, fue fusilado “por traición al Plan de Ayala y a la causa revolucionaria”, en su testamento político, Montaño, no menciona ser el autor del Plan. Zapata se había asegurado que Montaño intentó desconocerlo como jefe del Ejército Libertador del Sur.
En 2011, en el centenario del documento, el Dr. en Filosofía Ambrosio Velazco Gómez, Director de Investigaciones Filosóficas, y la Dra. Gloria Villegas Moreno, historiadora de la Revolución Mexicana y Directora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en una conferencia en Cuernavaca, fundamentaron que “por su espíritu de legalidad y justicia, donde se condensan tradiciones históricas y filosóficas, es un documento con visión netamente jurídica en toda su extensión que solo pudo ser redactado por un abogado, además, conocedor de la Literatura Clásica Griega y Latina y de temas de actualidad nacional y mundial. Varios artículos de nuestra Constitución, el 3º, 27 y 123, surgen del Plan de Ayala” aseguraron.
John Womack autor de “Zapata y la Revolución Mexicana”, graduado en Harvard y posgraduado en Oxford, toda una autoridad en la Revolución Mexicana, en un largo intercambio epistolar donde le planteo el tema -publicado en varios periódicos- me dice:
“Esto me parece muy interesante, y pienso que lo nuevo, lo que no viene de otros libros, ya publicados, sino es el resultado de nuevas investigaciones, en este caso las suyas, debe ser publicado. Espero que pronto Ud. encuentre la manera de publicar sus descubrimientos, y que en un futuro yo tenga el tiempo para leer toda esa interesante documentación”. “Gracias a usted por hacerme saber estas noticias tan interesantes. Siempre hay que recordar que ninguna historia escrita por mano humana pueda quedarse sin necesidad de correcciones. Siempre hay algo nuevo que aprender”. “Los cronistas son esenciales, pues están en el medio de los dichos, los cuentos y las historias orales que a veces conducen a los archivos locales, aún familiares, por humildes que sean, que de repente echan una luz maravillosa sobre aquellas “relaciones” hasta entonces perdidas en la oscuridad; además, los cronistas son más que una persona, que tarde o temprano va a dejarnos por otra vida, sino una institución prácticamente inmortal de la historia local.
“Además, me parece absolutamente razonable lo que usted propone”.
Firma, John Womack.
En su libro, Womack dice “el Plan no era un panfleto liberal más... reflejaba supuestos de materia de asuntos internacionales dirigiéndose al mundo civilizado de la Europa eduardiana y a los Estados Unidos… el Plan de Ayala era original, más aun que la mayoría que los demás planes, programas y manifiestos que han aparecido en la historia de México”.
Zapata y el Plan de Ayala siguen vigentes, el despojo ancestral de tierras y aguas, y con ello del alma de los campesinos son todavía actuales, sus líderes asesinados por defender su identidad, su historia emocional, intelectual y hereditaria. .
*Síntesis del libro por publicar “Antología del Plan de Ayala”, autor Carlos Lavín Figueroa.
¡Hasta la próxima!
Por: Carlos Lavín Figueroa / carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx
