Hace 500 años Hernán Cortés recorría los pueblos aledaños a la Ciudad de México-Tenochtitlan. Marchaba en busca de pueblos que se le aliaran para conquistar la Gran Ciudad a la que había entrado pacíficamente, y de la que había sido expulsado con sus ejércitos en la llamada Noche Triste. 

Han transcurrido cinco siglos, el 12 de abril de 1521 Cortés llegó a las afueras de Cuauhnáhuac capital del señorío tlahuica, concretamente al puente de Amanalco, venía de conquistar Xochimilco, Oaxtepac, Yautepec, Jiutepac y los pueblos a su paso, el día 13 la toma militarmente, la batalla no fue contra los lugareños que tenían prohibido estar armados, fue contra los texcocanos que en ese tiempo vigilaban a sus sometidos tlahuicas. Una vez derrotados los de Texcoco; los tlahuicas, con la promesa de ser liberados de ese sometimiento y pago de tributos exagerados se unen a los españoles, el día 14, salen a conquistar la Gran Ciudad a través del Ajusco; el 13 de agosto cae Tlatelolco y la Gran Ciudad en manos de los españoles, “No fue triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo, que es el México de hoy”. 

En ese momento, los tlahuicas estaban organizados en un grupo de veintidós pequeñas ciudades-estado  gobernadas cada una por un tlatoani que heredaba su título. Cuando las ciudades-estado tlahuica fueron conquistadas por los azteca o mexica, primero alrededor de 1430 y otra vez en 1450, fueron forzados a pagar tributo a las ciudades de la triple alianza Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan. El imperio azteca dejó el gobierno local intacto y en general no se metían en sus asuntos internos mientras se cumplieran las cuotas del tributo; lo mismo harían después los conquistadores españoles. Esta forma de gobierno indirecto era lo acostumbrado para todo el imperio Azteca. 

Cada una de las veintidós ciudades-estado tlahuicas como Cuauhnáhuac, que era su capital, consistía en una ciudad central, esta, estaba rodeada por diez pueblos menores y sus campos agrícolas. 

La comarca que comprendía esta provincia o república Tlahuic como la llamaron los conquistadores, estaba sujeta al tlatoani -jefe-, la conformaban; Cuauhnáhuac como cabecera de todo el territorio, Acatuaquipaque, Acatlipac, Suchitepeque, Alpuxeca, Miacatlan, Leoatlan [Coatlan], Zacatepeque, Mazatepeque, Cuachichinula, Ocopayuca, Iztla, Tebistlan [Tehuixtla], Xuxuctlan [Xoxocotla], Teocalcingo, Taquiltenango, Tequisquitengo, Temimilango Tecioca [Tezoyuca], Xiutepeque, Ametlan, y Yautepeque; más sus pueblos menores alrededor cada uno de ellos. Este señorío tlahuica abarcaba toda la zona poniente del hoy estado de Morelos desde el norte hasta el sur, su número de poblaciones tuvo variantes.

Las ciudades tenían mercado cada cinco días, y la principal Cuauhnáhuac diariamente, donde mercaderes profesionales, artesanos, campesinos, cazadores, pescadores, la gente común y los nobles se reunían a comprar y vender; unos y otros tenían acceso a la gran variedad de productos naturales y elaborados provenientes de toda Mesoamérica.

El tianguis existió donde ahora está la Plaza de Armas, donde se mezclaba la multitud, ahí se juntaban los tratantes de mercancías y vendedores. A todos los productos que no existían en Europa los españoles les llamaban “de la tierra”, como a los capulines “cerezas de la tierra”; a los guajolotes “gallinas de la tierra”. El tianguis no solo era mercado, por las tardes después de las actividades diarias era también el centro de reuniones informales de los varones; y los días de asueto, de espectáculos y diversión para toda la familia, había exhibiciones de malabaristas y músicos, estuvo en ese mismo lugar desde el siglo XII d.C., es 400 años anterior a la conquista y estuvo en ese mismo lugar hasta 1910. 

Los pueblos mayores más sus menores, estaban sujetos al señorío central de Cuauhnahuac y conformaban toda esta provincia dedicada a la producción para cumplir el pago de tributos. 

Por no existir una escritura náhuatl que se pudiera traducir -sino glifos y pictografías- los nombres nahuas eran anárquicamente pronunciados, y se escribían en el castellano de la época como mejor los lograban entender los conquistadores. Existían amplios textos pintados en papel amate llamados códices que eran sujetos a interpretación y no a una traducción precisa. 

El nombre de Cuauhnahuaca dado a toda la provincia de los tlahuica, dejó de usarse cuando desaparece este señorío indígena con la formación del Marquesado del Valle y se cambia por Cuernavaca. Ese Valle que dio el nombre al título del marqués, estaba ya conformado por todo el actual estado de Morelos rodeado de montañas, y su Alcaldía Mayor era la de Cuernavaca. 

La calle principal era la hoy llamada Hidalgo, que en su cruce con Galeana –vereda prehispánica que conducía de Tenochtitlán a Acapulco- eran el eje rector de la población. En el espacio que ahora ocupa el Teatro José Ma. Morelos frente a la actual Iglesia de Guadalupe, estaba el Tecpan, sitio de las viviendas de los gobernantes y hechiceros. 

Donde estaba el Templo Mayor o Teocali de Cuauhnáhuac se edificó la catedral para imponer la nueva religión; en el lugar que hoy ocupa el Palacio de Cortés estaba el centro de recolección de tributos para la Triple Alianza; ya en la colonia, ahí mismo se siguieron recolectando, sumándose los tributos del señorío xochimilca de Oaxtepec y sus pueblos, entonces ya eran para el conquistador, productos que eran vendidos a través de terceros en locales que Cortés rentaba en la Gran México-Tenochtitlan, donde ahora está el Monte de Piedad.  

P.D. Hasta el otro sábado

Por: Carlos Lavín Figueroa / carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp