Este Miércoles de Ceniza fue diferente en Morelos, marcado por la pandemia de COVID19.
Desde muy temprano, feligreses acudieron por la ceniza a la Catedral de Cuernavaca.
Muchos de ellos sólo fueron para que les dieran un sobrecito, para luego realizar la imposición ellos mismos en la casa o su trabajo.
Otros más acudieron en auto y desde ahí mismo, el padre les hizo la imposición. No tuvieron que bajarse.
Algunos más, prefirieron que el padre mismo se las impusiera en la Iglesia.
Guardando la sana distancia, se sentaron en las bancas y el padre los llamó uno por uno.
Esta vez, el párroco no la impuso en la frente, sino en el cabello, soltándola, sin tocar a la persona.
Posteriormente, el feligrés tomó la ceniza de su cabello y el mismo se la impuso en la frente.