En la tranquila y exclusiva localidad de Rancho Palos Verdes, en Los Ángeles, California, enormes grietas han comenzado a aparecer, provocando temor entre los residentes de la zona. Los videos que circulan en redes sociales muestran impresionantes fallas en el terreno que dividen calles, hogares y hasta el hundimiento de algunas viviendas, lo que ha generado el miedo de que un gran terremoto pueda estar por venir.
La comunidad, ubicada a unos 40 kilómetros al sur del centro de Los Ángeles, es famosa por sus lujosas mansiones construidas sobre acantilados con impresionantes vistas al océano. Sin embargo, este entorno idílico se ha visto gravemente afectado por deslizamientos de tierra cada vez más frecuentes. El concejal local, David Bradley, explicó en una entrevista con CNN que “el deslizamiento de tierra se ha acelerado dramáticamente en los últimos 12 meses”, con áreas que se están desplazando hasta 25 centímetros por semana. "Casi puedes ver el suelo moverse", agregó.
Taking a closer look at how people in the Portuguese bend community are getting by after being cut off from both gas and electricity. The governor has now declared a state of emergency in Rancho Palos Verdes. @knxnews pic.twitter.com/ruaIy8rqvx
— Nataly Tavidian (@NatalyTavidian) September 3, 2024
Estos movimientos del terreno no solo han afectado las mansiones, sino que también han deformado carreteras, obligando a las autoridades a cerrar algunas de ellas. El 3 de septiembre, el gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el "estado de emergencia" en la zona, respondiendo a las solicitudes de las autoridades locales para manejar la situación.
A pesar de que muchos vecinos afirman que los deslizamientos no son un fenómeno nuevo en la región, reconocen que en los últimos meses los movimientos tectónicos se han intensificado debido a las fuertes lluvias que han caído sobre el área. Eric Fielding, geofísico de la NASA, describió la situación como "una locura", explicando que las reparaciones en las carreteras y el restablecimiento de los servicios públicos son una batalla constante. "No podemos seguir reinstalando cables eléctricos todas las semanas", dijo Fielding a la cadena ABC.
Las autoridades locales han tomado medidas preventivas para evitar desastres mayores. La compañía eléctrica Southern California Edison interrumpió el suministro de energía a 245 hogares para prevenir incendios, luego de que un poste de luz cayera y provocara un incendio forestal en las cercanías. Asimismo, los servicios de agua y gas han sido cortados indefinidamente como medida de precaución.
El consejo de la ciudad ha votado a favor de un plan piloto que busca reducir el riesgo de más deslizamientos, perforando pozos para extraer el agua subterránea que está causando los movimientos de tierra. No obstante, la evacuación no ha sido declarada obligatoria, aunque las autoridades instan a los residentes a considerar seriamente abandonar la zona. A pesar de esto, muchos habitantes se resisten a dejar sus propiedades.
#BREAKING | UPDATE
LANDSLIDES ARE GETTING WORSE FOR RESIDENTS OF
RANCHO PALOS VERDES IN CALIFORNIA SHIFTING A FOOT EVERY WEEK pic.twitter.com/JNCubm5eAI— Todd Paron (@tparon) September 7, 2024
Esta situación ha reavivado el temor del "Big One", un posible gran terremoto en la Falla de San Andrés. Aunque los expertos descartan, por el momento, que las grietas de Rancho Palos Verdes estén relacionadas con dicho evento, el miedo entre los habitantes sigue creciendo.
La supervisora del condado de Los Ángeles, Janice Hahn, declaró en una reciente conferencia de prensa que se han destinado 5 millones de dólares para la asistencia en caso de desastres. "Es una aceleración del desprendimiento de tierra que va más allá de lo que cualquiera hubiera podido prever", afirmó Hahn, añadiendo que se requiere una mayor intervención del estado.
Mientras las grietas continúan extendiéndose, las autoridades locales seguirán monitoreando la situación con drones, buscando prevenir mayores catástrofes. Sin embargo, la incertidumbre se apodera de los residentes, que ven sus hogares y comunidades desmoronarse poco a poco frente a sus ojos.
