La esterilización de las mascotas es una práctica esencial que forma parte de la tenencia responsable y tiene múltiples beneficios. Al retirar el aparato reproductor de machos y hembras, se evita el nacimiento de crías que podrían sufrir el abandono o maltrato, al tiempo que contribuye significativamente a controlar la sobrepoblación de perros y gatos callejeros en nuestro país. Además de sus beneficios sociales, la esterilización es parte de la medicina preventiva para nuestras mascotas.
La cirugía consiste en quitar los ovarios, matriz y útero en hembras, así como los testículos en machos, lo que impide las infecciones y tumores más comunes en esos órganos y evita diversas enfermedades de naturaleza hormonal. Por ejemplo, es común que las perras mayores de 5 años desarrollen piometra, una infección del útero potencialmente mortal, la cual suele activarse después del celo. También, al eliminar los ovarios y la fuente de estrógenos en hembras en su primer año de vida, se reduce el riesgo de desarrollar tumores de glándula mamaria en un 90%.
En machos, se estima que a partir de los 6 años de edad, el 60% tendrá problemas prostáticos, desde hiperplasia prostática hasta tumores malignos, con signos clínicos que afectarán su calidad de vida, como dificultad para orinar o sangrado con orina. Derribar mitos Es necesario derribar mitos sobre la esterilización. Uno de ellos es que la cirugía hará que las mascotas engorden. Si bien la esterilización puede influir en cambios hormonales que aumenten el apetito, se recomienda proporcionar una dieta adecuada y brindarles suficiente ejercicio para evitar el sobrepeso. Es falso que los animales se vuelvan agresivos o deprimidos después de la esterilización debido a la supresión de sus instintos reproductivos.
Los animales no tienen necesidades psicológicas de ser padres o madres, ni el coito les genera placer. De hecho, suele ser un proceso difícil, ya que puede provocar peleas y ataques entre ellos. En las gatas, el proceso puede ser doloroso debido a las espículas presentes en el pene del gato que estimulan la ovulación y pueden causar lesiones al retirarlo.