Cambiaron a empleados, trabajadores y jueces, a los nuevos juzgados en Atlacholoaya.
Pido a sus jefes, Señores,
si pa’ Atlacholoaya van,
que a empleados y juzgadores…
¡No los vayan a encerrar!
Corolario: ¡Aunque ya estén cerca, cuídense de no caer por aquello de la corrupción!
Por PABLO RUBÉN VILLALOBOS