Intentar comprender los resultados electorales tanto de los EUA como de los Estados Unidos Mexicanos, es una tarea azarosa, compleja, desconcertante, sorprendente. Resulta imposible atar tantos cabos sueltos. Un rompecabezas imposible. En México los avances de la democracia echaron reversa. En los EUA, la mayoría se inclinó por un presidente racista que miente, agrede, insulta, machista que evita elegir por primera vez a una mujer que hubiese representado no solo un avance en la percepción de la igualdad de género, sino la posibilidad de mantener un equilibrio entre las fuerzas progresistas y las conservadoras que han dado sustento a la democracia americana.
En el caso mexicano, que las mayorías votaran por un proyecto que propuso la eliminación de controles que requiere la democracia, ¡la SCJN, el INE, el INAI… ! como dijo Marcellus, personaje en Hamlet en el del acto I escena IV: “algo está podrido en Dinamarca”. Las mayorías en uno y otro lado de la frontera, así lo dispusieron. Cuesta trabajo aceptarlo. Algo está podrido.
José Ortega y Gasset, filósofo español, publicó en 1938 el ensayo “La Rebelión de las Masas”. Observó que la participación de las masas siguen ciegamente las tendencias de la mayoría. Lo advirtió hace casi 100 años y aún no se sabía nada de lo que hoy se conoce como las redes sociales. Las élites, sostenía, que orientaban hacia la obtención de metas superiores, estaban en decadencia. Advirtió sobre la tiranía de las mayorías. Visionario.
Byung-chul Han, filósofo Coreano que estudió filosofía en la Universidad de Friburgo; profesor en la Universidad de las Artes en Berlín, reflexiona en su ensayo “El Enjambre” los efectos de las redes sociales en la sociedad contemporánea y su omnipresencia que ha cambiado a la sociedad. Según Han, el “enjambre” representa a las masas de usuarios de las redes sociales, quienes, a diferencia de la masa clásica de la sociedad industrial, no tienen un propósito común ni una identidad colectiva. En lugar de estar unidos, los individuos están aislados, atomizados y se comunican en ráfagas de información que carecen de profundidad y compromiso real. Excelente condición para el arribo del populismo.
El Enjambre y la Rebelión de las Masas nos dan pistas para entender los populismos. El mapa político reciente de los EUA reciente, muestra cómo ambas costas, expresaron su voto progresista. Son Estados a favor de la diversidad, incluyentes, defienden los derechos civiles. Con niveles más altos de educación y economía. Comprenden mejor los temas como el cambio climático o los derechos reproductivos.
Los Estados del centro de EUA votaron por Trump, son entidades con valores conservadores, con una economía que depende de la agricultura; propician menos regulación para las inversiones y desconfían del gobierno federal. Entidades proclives al populismo. Las redes sociales jugaron un papel definitivo en estas entidades. Fueron fuente de desinformación que consumen principalmente los jóvenes. La lectura no es lo suyo y confían plenamente en lo que reciben en las redes sociales.
Lenin en su Qué Hacer, propuso que las “masas” proletarias fueran guiadas por los “cuadros del partido” para conducirlas al socialismo. Los bolcheviques lograron implantar su visión. En nuestro país, aún tiene vigencia esta postura para la élite que gobierna, que ha sabido aprovechar la condición del pueblo bueno y lo gobierna por el camino definido por ese “pueblo” en asambleas a mano alzada.
El pueblo se arremolinó a celebrar los desfiles de las catrinas. Mientras, el congreso desaparecía las instituciones que daban equilibrio al ejercicio del poder. Las catrinas ganaron la calle. Algo está podrido.