Actualmente muchas personas forman parte de la lista de pacientes que padecen alguna enfermedad que podría desencadenar en enfermedad renal crónica, otros más que se encuentra en algún tratamiento para este padecimiento o simplemente que tienen algún familiar o amigo con esta enfermedad.
En esta columna, quiero contarte de la enfermedad, qué es lo que la provoca, los síntomas y como se puede tratar.
Primero tienes que saber que la enfermedad renal crónica, podemos definirla como un espectro de múltiples manifestaciones, ya sean bioquímicas por laboratorio, estructurales por imagen, entre otras, la cuales deterioran gradualmente la función del riñón.
Existe todo un abanico infinito de posibilidades que pueden llevar a este padecimiento, pero podemos decir que se presentan como una constelación de manifestaciones clínicas en los pacientes que deterioran gradualmente la calidad de vida.  
Al hablar de enfermedad renal crónica, existen 5 grados de enfermedad que anteriormente se conocían como estadios y actualmente podemos saber que existen 5 grados y van divididos de acuerdo con la tasa de filtración glomerular.
Para saber más de esta etapas, podemos decir que del 1 al 5, definimos enfermedad crónica en aquellos pacientes que están por arriba del grado 3 de la enfermedad y básicamente hacemos un cálculo con la estimación de la tasa que es la edad y la creatinina y con base en esto otorgamos un valor, en donde del 3 al 5 son los grados estimados para calificar si se tiene o no la enfermedad ya que los primeros dos grados están asignados para aquellos que tengan fallas estructurales o que tengan un solo riñón, un trasplante renal, entre algunas otras características particulares.
El problema de esta enfermedad, es que, de primera instancia, no se presentan síntomas importantes, de hecho, es una información silente, es decir que no presenta manifestaciones y que si las presenta son muy leves, por lo que usualmente el paciente se va acostumbrando a las mismas hasta que llegan a una etapa muy avanzada y es generalmente cuando en México conocemos los casos porque es cuando acuden con los especialistas.
Cuando ya se tiene este nivel avanzado, generalmente los pacientes empiezan a presentar síntomas como anorexia, náuseas, vómito, palidez, las toxinas tienden a elevarse, además de otros síntomas asociados a la anemia, como cansancio, debilidad generalizada, o en casos más avanzados enfermedad óseo mineral.  
Existen muchos mitos entorno a los padecimientos del riñón y los síntomas, entre los que destacan el dolor de espalda baja. Sin embargo, este tipo de malestares suelen relacionarse mas con enfermedades de vías urinarias y no precisamente con la enfermedad renal crónica.
Es muy importante recalcar que deberíamos de ver la constelación de las manifestaciones de manera diferentes, en donde cualquier enfermedad podría desencadenar en enfermedad renal crónica y en esencia pueden coexistir.
Como especialista, suelo pensar que todos los caminos llevan al nefrólogo, por lo que a cualquier edad puedes tener enfermedad renal crónica. Sin embargo, hay gente que es mas susceptible a padecer la misma, como son los hipertensos o diabéticos. De acuerdo con cifras de ENSANUT en la última estadística, en la mayoría de los casos, hasta el 60% de pacientes que padecen diabetes, van a sufrir de enfermedad renal crónica, entonces este grupo de pacientes suele ser el más vulnerable a la enfermedad, al igual que las embarazadas, los pacientes geriátricos, aquellos que tienen un solo riñón, recién nacidos con alteraciones en la morfología de la estructura urinaria etc. Ya que se tiene alguna alteración en la estructura renal.
Por lo regular el descuido y falta de acudir ante cualquier síntoma al médico, hace que los hombres sean quienes suelen tener más este padecimiento.
Recuerda que los hábitos de manera cotidiana son parte importante, ya que de entrada contamos con una predisposición genética, en donde por sí misma, los mexicanos estamos predispuestos a padecer diabetes mellitus, no necesariamente va a desencadenar en una enfermedad renal crónica, pero la dieta, la obesidad, van a coexistir y deteriorar más el funcionamiento del riñón.
La mayor recomendación que podemos hacer para prevenir este padecimiento es una dieta adecuada, en la cual se considere la orientación nutricional por edad, por peso y por género, es sumamente difícil englobar todas las recomendaciones, pero si es básico evitar la mayor cantidad posible de jugos o refrescos y elegir beber agua natural.
La enfermedad renal crónica no es curable, únicamente se vigila y se controla, pero no hay cura, por lo que incluso el trasplante renal no es algo que garantice que el paciente se cure por completo, de ahí la relevancia de poner atención en todos los síntomas ante cualquier enfermedad, la predisposición que se tiene de manera genética y los hábitos diarios.
El diagnóstico oportuno, buenos hábitos alimenticios, de ejercicio y estar concientes de las bebidas que ingerimos, puede marcar la diferencia en nuestros riñones.
Nos leemos en la próxima columna.
Dr.  Juan Carlos Flores
Nefrólogo

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