En su primera entrevista como campeón, Messi expresó sus impresiones después del mundial, en una plática donde relata cómo se vivió todo desde dentro
El astro, hoy jugador del Paris Saint-Germain, tuvo su mejor copa del mundo, pues, tras una sequía de 36 años, la selección argentina logró conseguir la ansiada tercera estrella –tras los mundiales de 1978 y 1986- con él como su máxima figura.
Sin embargo, no fue un camino fácil, ya que esta era una espina que el jugador tenía guardada desde hace años, en los que la afición le exigía algún título internacional, que, en lo que parece la recta final de su carrera, llegaría.
Primero, fue la Copa América del 2021, en la que la selección dirigida por Lionel Scaloni se alzaría victoriosa ante Brasil en el mítico estadio Maracaná, y, tan sólo un año después, llegaría el título más codiciado en el mundo del futbol: la Copa del Mundo.
"Es espectacular. Desde que ganamos el Mundial, cambió todo para mí y para todo el mundo. Fue algo impresionante. Ahora podemos decir que somos campeones del mundo. Por suerte, ya se dio lo que tanto soñábamos, lo que tanto había deseado durante toda mi carrera”, declaró en entrevista para Andy Kusnetzoff de Urbana Play.
“La Pulga” también habló sobre el tenso partido contra los Países Bajos, aquel que Argentina acabaría ganando de manera dramática y en el que se vio involucrado en dos polémicos episodios, el primero, cuando hizo una provocativa celebración ante el técnico neerlandés, Louis Van Gaal, quien hizo unas declaraciones previo al partido que molestaron a todo el plantel.
Además, en la entrevista post-partido, se le vio molesto con el futbolista Wout Weghorst, al que atacó verbalmente en un episodio que terminaría haciéndose viral en redes sociales.
"No lo pensé, salió en el momento. Sí que sabía todo lo que habían comentado antes del partido, lo que él (Van Gaal) había comentado. Incluso algunos de mis compañeros me decían 'Viste lo que dijo', a propósito. Y bueno, cuando termina todo eso no me gusta eso que hice, no me gusta el 'andá para allá' y todo eso. Pero bueno, son momentos de mucha tensión, de mucho nerviosismo y pasa todo muy rápido”, comentó el jugador, arrepentido.
Siguiendo con la tensión, Messi se acordó de México, y es que, en sus palabras, fue el partido más duro del torneo para el cuadro sudamericano, que no pudo encontrarse cómodo a lo largo del encuentro por la presión que suponía un mal resultado en ese momento.
"El partido con México fue el más difícil por todo lo que nos jugábamos y fue el que peor jugamos, porque había que ganar sí o sí y eso te hace jugar diferente. Yo confiaba que íbamos a pasar bien y se nos iba a dar”, expresó.
Finalmente, comentó que no ha vuelto a ver la final, pero ha estado atento a las celebraciones y gestos de sus fanáticos alrededor del mundo, mismos que agradece y aprecia.