Desde su llegada a Beijing el nombre de Kamila Valieva estuvo en boca de todos y prometía hacer historia a la edad de 15 años.
En el ojo del huracán, Valieva se volvió el centro de atención después de dar positivo a una prueba de dopaje, después de ya haber participado en la ceremonia.
El misterio se disparó cuando Kamilia comenzó a faltar a las prácticas, donde otros patinadores se preparaban para sus programas, y de ella no había luces.
Su resultado a dopaje fue positivo, con un medicamento prohibido llamado trimetazidina para el corazón, que según los expertos confirman mejora la resistencia, y que Kamila tomaría en diciembre durante su preparación. Su entrenadora Eteri Tutberdze está en el foco de todo, ella es quien ha entrenado a las mejores, sin embargo, tiene una imagen de someter a una tiranía a sus alumnas exprimiéndolas desde una edad muy temprana. El fármaco ingerido por Valiva esta prohíbo a la venta para menores de 18 años.
Pese a esto el comité de los Jugos Olímpicos aceptó su participación en Beijing 2022, por lo cual Valieva fue fuertemente criticada no solo por los medios, compañeros atletas que si se quedaron fuera de los juegos olímpicos de invierno debido al uso de fármacos u otras sustancias.
“No es una máquina, es un ser humano”, dijo una comentadora al ver las imágenes de Valieva llorando tras su participación este jueves, “Y ha intentado dar lo mejor de sí misma bajo el escrutinio del mundo entero”.
Durante la final con programa libre, Valieva se quedó fuera del podio tras caerse tres veces, rompiendo en llanto quedó en cuarto lugar.
En redes exponen a Kamila como una víctima, pues alegan que en principio no debieron dejar que participara, es devastador como los adultos a su alrededor fallaron en protegerla y guiarla de una manera sana, la pusieron en una situación en donde el mundo se puso en su contra, y con ese odio tuvo que participar siendo una víctima de intereses, con 15 años tuvo el peso del mundo en sus hombros.